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La resiliencia del mercado laboral es una de las sorpresas positivas que nos va a dejar este año 2022. El Gobierno asegura que se debe a los efectos de su reforma laboral, pero los expertos dicen que es pronto para sacar conclusiones. El Partido Popular lleva meses cuestionando las cifras que proporciona el ministerio y este mismo martes reclamaba en el Congreso un nuevo indicador de paro que, según ellos, reflejara mejor la realidad.
La clave y la polémica tiene nombre y apellidos: fijos discontinuos, personas que están en la plantilla de una empresa pero trabajan unos meses al año. Se trata de una modalidad de contrato disponible desde mucho tiempo pero muy poco utilizada por las empresas. Con la reforma laboral se ha disparado y ha contribuido a reducir la tasa de temporalidad.
"Hemos pasado del 30% de tasa de temporalidad al 17%, muy cerca ya del promedio europeo. En esta reducción han jugado un papel muy importante los indefinidos a tiempo completo, parcial y los fijos discontinuos", explicaba este martes Ángel Gavilán, Director General de Economía y Estadística del Banco de España (BdE).
De los trece puntos porcentuales de caída de la tasa de temporalidad acumulada este año, 3,6 puntos corresponden a los fijos discontinuos. Es decir, explican una cuarta parte de la reducción.
Antes de la reforma laboral los fijos discontinuos representaban el 1% de todos los trabajadores indefinidos y ahora ya son el 7%. En lo que va de año su contratación se ha multiplicado por nueve. El Banco de España ha hecho un primer análisis muy preliminar para analizar alguna de las características de estos trabajadores. ¿Sus contratos duran más o menos lo mismo que antes?
"Para este tipo de contrato, la tasa de baja --esto es, las bajas medias mensuales sobre el stock de afiliados-- ha aumentado en los últimos meses y se ha aproximado a la tasa de baja de los contratos temporales", apunta Gavilán del BdE.
Esto quiere decir que se da de baja de la Seguridad Social al mismo porcentaje de trabajadores con contrato fijo discontinuo (respecto a su total) que con contrato temporal. Antes de la reforma laboral, en los años anteriores, esto no ocurría. Sin embargo, es pronto todavía para hacer una evaluación de los cambios legislativos, se apunta desde el BdE. "La tasa de salida del fijo discontinuo es muy parecida a la de un contrato temporal. Tendremos que profundizar algo más en los próximos meses y disponer de más información para identificar adecuadamente las relaciones causales", argumentaba Gavilán.
Aunque se pueda pensar que fijo discontinuo y temporal son casi lo mismo, para el trabajador existe una diferencia importante: el primero ofrece garantías de volver al mismo puesto de trabajo. El temporal, no. El primero genera más derechos que el segundo. Esta perspectiva tiene derivadas que van más allá del mercado laboral. Por ejemplo, en el consumo.
"En el momento en el que un trabajador temporal consigue un trabajo fijo, su gasto aumenta un 20% de manera transitoria en los dos trimestres siguientes", explicaban en el BdE. Si la temporalidad ha caído en 13 puntos: ¿qué impacto ha podido tener este cambio en el consumo total?
El BdE calcula que la conversión de contratos temporales en indefinidos este año podría haber contribuido a sostener el gasto agregado en los últimos meses, entre 2.000 y 3.000 millones de euros. Esto son hasta tres décimas de PIB. "No es un efecto menor", apuntaba el banco.
Esta es la pregunta que hay en el aire y para la que todavía es pronto responder. Si estos trabajadores cuentan como indefinidos y cuando no están activos no computan como parados... Exacto, no se contabilizan como desempleados ni ahora ni nunca.
Desde el PP se argumenta que las cifras de empleo y paro que ofrece el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) "no dicen la verdad" y solo son un "trucaje" introducido por la reforma laboral del Gobierno de coalición. Sostienen que el fuerte crecimiento de los contratos fijos discontinuos alteran las estadísticas.
Sin embargo, desde el PSOE, Unidas Podemos, el PNV e incluso Ciudadanos se ha recordado este martes que los fijos discontinuos se contabilizan de la misma manera desde el año 1985. No hay cambios a la hora de ofrecer las cifras. La única diferencia es que ahora estos trabajadores son más numerosos.