El pasado noviembre la demanda de gas natural para el mercado nacional se hundió un 30%, en comparación con la registrada el mismo mes del pasado año. El descenso es el más pronunciado de los últimos años, según los datos publicados en el Boletín Estadístico de Enagás.
Por hacernos una idea, la reducción es más importante incluso que la que se produjo en abril de 2020, cuando el estallido de la pandemia obligó a parar toda actividad que no fuera imprescindible. Entonces, la caída interanual de la demanda se quedó en el 22,7%.
El fuerte descenso del pasado noviembre se explica por varios motivos:
En comparación mensual, la demanda de gas, ha permanecido prácticamente estabilizada respecto a octubre, mientras que en los cinco años anteriores había aumentado de media más de un 19% por la llegada del frío.
Además, en el acumulado del año, noviembre es el primer mes en el que se ha observado una caída en la demanda respecto a la registrada en 2021, aunque se limita a un descenso del 1%. Hay que recordar que España se comprometió con Bruselas a reducir el consumo de gas un 7% entre el pasado agosto y el 31 de marzo del año que viene para hacer frente a la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.
Este ahorro, no obstante, sería el más reducido de toda la UE en los primeros once meses del año, según el centro de estudios Bruegel, solo por detrás de Eslovaquia, cuya demanda acumulada aun supera a la del ejercicio anterior.
Las condiciones meteorológicas del pasado mes, con la llegada de las lluvias y de fuertes vientos, han permitido reducir de manera significativa la demanda de gas para generar electricidad, que fue hasta un 25,7% menor de la que se registró en el mismo periodo del año anterior.
Este descenso interanual en la demanda de gas para producir energía eléctrica es el prácticamente el primero que se produce en el año. Solo en abril cayó ligeramente, mientras que en el resto de los meses se ha situado muy por encima, llegando en cuatro de ellos a duplicar las cifras que se registraron en 2021. Y todo en un año en el que el precio del gas se ha disparado por los efectos de la invasión rusa en Ucrania.
La menor contribución de las renovables, sobre todo de la hidráulica por la sequía, explican ese aumento del uso del gas para generar electricidad en las centrales de ciclos combinados durante todo el año. Pero el viento y, sobre todo, la lluvia, han dado la vuelta en noviembre a esa situación.
Aun así, según los datos de Red Eléctrica en lo que llevamos de año, la generación hidráulica, con casi 16.200 GWh se mantiene un 45% por debajo a la de 2021, mientras que la eólica, con más de 57.000 GWh, ha sido un 5% inferior. En el lado contrario, los casi 66.700 GWh generados con gas en las centrales de ciclo combinado, son un 50% de las de hace un año.
El descenso en la demanda de gas durante el mes de noviembre coincidió con la vuelta de Estados Unidos al primer puesto de los suministradores a España, con el 20,6% del total, después de haberse visto superado en septiembre y octubre por Argelia. De este país llegó en noviembre el 18% del gas importado, mientras que el 17,1% procedió de Rusia, que fue el tercer suministrador, con con 5.953 GWh.
En lo que llevamos de año, España ha importado 48.406 GWh de gas ruso, casi el 12% del total, lo que sitúa a este país como el cuarto principal proveedor de esta materia prima, aunque la mayor parte de este gas no procede del gigante gasista ruso Gazprom, sino de la empresa privada Novatek.