El Gobierno contó con ellos para tratar el asunto de las tarjetas revolving y de la exclusión financiera, pero esta vez les ha dejado fuera con las hipotecas. A la presidenta de la asociación de usuarios financieros ASUFIN, Patricia Suárez (Madrid, 1973), no le preocupa mucho. "Creo que lo que defiende la vicepresidenta Nadia Calviño está alineado con lo que proponemos nosotros". En su opinión, la posición de la banca de ayudar solo a los hogares más vulnerables es "poco justa y tacaña".
El Ejecutivo le ha dado al sector de plazo esta semana para cerrar un plan de alivio para las hipotecas a tipo variable ante la súbita subida del euríbor. Hay dos líneas abiertas: ampliar los criterios de vulnerabilidad que se recogen el Código de Buenas Prácticas firmado por la mayoría de las entidades y diseñar ayudas también para la clase media. "Llevo repitiendo esto como un mantra desde hace semanas: ¿y qué pasa con la clase media? Estas familias van un poco justas, les va a subir la hipoteca y van a entrar en cierta vulnerabilidad".
A falta de conocer el acuerdo, Suárez asegura que si finalmente las condiciones limitan la aplicación del plan, lo dirán. "O esto ayuda de verdad o se puede convertir en un euriborwashing". Es decir, un lavado de cara para ambas partes con pocos efectos en la práctica.
Pregunta: ¿Lo que propone el ministerio es también vuestra solución?
Respuesta: Creo que hay varias claves. Nosotros defendemos que alargar el tiempo del préstamo no se puede traducir en un incremento del coste final de la hipoteca. Si añades cinco años puede suponer pagar 6.000 euros más. Durante el covid el plan de ayudas a clientes vulnerables fue así: sin coste añadido. La pelea de la ministra es esa: que no se paguen todavía más intereses.
P: Pero entrar en estos criterios de vulnerabilidad es complicado...
R: Los límites a la vulnerabilidad son estrictos. Solo aplican si estás en una situación muy precaria. Según la propia Asociación Hipotecaria Española, de los ocho millones de hipotecas que hay, la ampliación que se baraja solo afectaría a 250.000 familias. Eso es poquísimo.
P: Y por eso se plantean otras medidas para la clase media.
R: Exacto. Al hogar vulnerable no le tiene que aumentar el coste y en la clase media entendería un reparto del esfuerzo entre cliente y banco. Al final estás alargando el pago del préstamo y eso hay que entenderlo.
P: ¿Faltan otras propuestas en ese plan que se está negociando?
R: No oigo que se hable de periodos de carencia --pagar solo intereses--. Habrá personas a las que eso les pueda solucionar.
P: En general, los bancos no parecen muy preocupados con la situación.
R: Tuvimos una reunión hace unas semanas varias asociaciones europeas con la Autoridad Bancaria Europea. Hicimos propuestas conjuntas para orquestar medidas tipo moratorias sin incremento de la cuota de manera temporal, como ya ocurrió en la pandemia.
P: ¿Qué os dijeron?
R: No lo venían necesario. La diferencia con el covid es la situación del empleo, dicen. Los bancos creen que la gente va a pagar porque hay trabajo. Nos contestaron que iban a monitorizar la situación, pero que la morosidad no era alarmante.
P: ¿Cuáles son las opciones actuales para un hipotecado al que le haya subido mucho la letra?
R: La opción pasarse a tipo fijo ya no la vemos. Con ofertas al 3% y 4% ya no tiene mucho sentido cambiarse.
P: ¿Y negociar mejores condiciones con el banco?
R: La única posibilidad que existía es que tu entidad te ofreciera cambiar a un fijo del 2%, pero eso ahora ya no está pasando. La ventaja de la novación es que cuesta poco dinero.
P: ¿Cuánto?
R: Son cinco o seis folios del notario para añadir: "donde en esta escritura dice A, ahora es B". Cuesta 500 euros.
P: ¿Y cambiar de banco?
R: En ese caso hay más gastos. Por un lado escritura de cancelación, registro y gestoría. Y por otro, el coste de la apertura del nuevo préstamo, tasación y gestoría. En total puede rondar los 3.000 y 4.000 euros. Se suelen financiar con la propia hipoteca.
P: El sector financiero dice que ya está en su ADN ayudar a los clientes.
R: No vemos que lo estén haciendo de manera proactiva. También es cierto que desde la vuelta del verano han estado saturados con los cambios de hipotecas y las consultas de los clientes.
P: ¿Qué esperanza tienes de que este plan de alivio que se está negociando funcione?
R: Me preocupan las condiciones. Si se fijan muchas en relación a los ingresos, subida de letra y se empiezan a acumular... Como tienes que cumplirlas todas, al final no se aplicará a casi nadie.