El sector bancario se ha puesto en guardia ante la inflación y la subida del euríbor. Ahora para conceder una hipoteca, los bancos se lo piensan y endurecen las condiciones. Lo que hace tres meses era un trámite bastante accesible para trabajadores con una nómina promedio y algo de ahorro, se ha vuelto misión imposible. Desde iAhorro, Laura Martínez lo llama "el fin de la luna de miel" de las hipotecas" y explica las razones por la que conseguir una hipoteca se ha convertido -casi- en misión imposible.
Los bancos están cerrando el grifo y para conceder un préstamo piden más requisitos, entre ellos, tener más ahorros. Ellos arriesgan menos con la cantidad que prestan. Estamos ante lo que la especialista llama "la tormenta perfecta para la economía", que comenzó en febrero de este año con la invasión de Ucrania, la inflación desbocada por el aumento del precio de los combustibles y alimentos..
Para rematar "unas semanas después el Banco Central Europeo avisaba de una subida de tipos de interés." Al final, la economía es como una cadena de causas y consecuencias, porque la subida del euríbor un 3% "ha provocado un encarecimiento de hasta 400 euros al mes en una hipoteca media de 300.000 euros."
Este índice como "norma general, en un año suele subir o bajar entre un 0,5% y un 1%. Así que "lo que estamos viviendo ahora no se había visto nunca desde que nació el euríbor en enero de 1999”, asegura Laura Martínez, portavoz de iAhorro.
La subida del euríbor arrastró a los usuarios que buscaban una hipoteca a tipo fijo, es decir, pagar lo mismo hasta que finalice el préstamo. Los bancos subieron los tipos de estas hipotecas encareciendo a su vez "los intereses para todos los nuevos hipotecados".
En abril de este año, desaparecían las hipotecas fijas por debajo del 1% TIN que pusieron "punto final a la luna de miel que ha vivido el mercado con unas hipotecas extraordinariamente baratas", algo inédito.
Con la subida de los tipos de interés aumentan las tasas de endeudamiento de las familias, golpeadas por el aumento de los precios de la cesta de la compra, la luz, el gas.
Llegar a fin de mes se ha convertido en un odisea para los españoles "por lo que los bancos han empezado a mirar con lupa la situación financiera de todos los nuevos solicitantes de una hipoteca" para evitar que se repita la situación de la crisis de 2008. Entonces, las familias endeudadas no podían pagar sus hipotecas y las entidades terminaron con un parqué de viviendas. "Esta situación empieza a dejar fuera del negocio a todos los perfiles que podían ir un poco más justos para pedir un préstamo".
Así, la portavoz de iAhorro explica cómo lo que comenzó con la invasión de Rusia a Ucrania está repercutiendo en cada uno de las parcelas de nuestra vida y convirtiendo la cotidianidad en un infierno.
"La financiación habitual que dan las entidades a los ciudadanos suele ser el 80% del valor de compraventa de la vivienda o el valor de tasación, pero en casos de " perfiles buenos, se podía llegar a porcentajes cercanos al 90% y en alguna excepción al 100%".
Con la inflación disparada, el euríbor al alza y los tambores de guerra en Ucrania, "estos porcentajes son cada vez más difíciles de ver por lo que para pedir un préstamo para la compra de una casa se necesitan ahora más ahorros que hace unos meses.
Como reconoce esta especialista, portavoz de iAhorro, para los ciudadanos "conseguir estos ahorros no es una tarea sencilla": para comprar una vivienda de 150.000 euros, se necesitarían al menos 30.000 para la entrada y unos 15.000 para los gastos de notaría . “Si los precios siguen subiendo, cada vez será más complicado conseguir los ahorros necesarios para el acceso al crédito hipotecario”, subraya Martínez.