Con la subida imparable del precio de la energía y con el invierno cerca, la factura de la luz está en el punto de mira de miles de ciudadanos que buscan ahorrar. Por ello, el Gobierno quiere que las facturas sean más comprensibles y más detalladas, para que muestren no solo cuánto se paga si no el por qué se paga.
Para lograr esta nueva factura se prevén varios cambios que tendrán que aplicarse y algunos de ellos tendrán que ser aprobados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Uno de los grandes cambios que se introducirán en las facturas de la luz son los códigos QR. Este código dirigirá a los clientes al comparador de ofertas de energía de la CNMC. Cada QR deberá ser individual para cada cliente, recogiendo una serie de parámetros como el código postal, el consumo o la fecha de emisión de la factura.
Este código deberá tener un tamaño mínimo de 3x3 centímetros y aparecer de forma visible en la factura, según recoge El Mundo. También deberá tener una descripción que explique al consumidor para qué sirve ese código: "En el código QR se pueden consultar y comparar las distintas ofertas vigentes de las comercializadoras de energía eléctrica".
Además, se incorporarán consejos para consumir de un modo inteligente y eficiente -por ejemplo, recomendaciones en el uso de los electrodomésticos o sobre cómo gestionar la ventilación-, y se homogeneizará la forma en la que aparece en la factura el «mecanismo ibérico» que topa el gas para generación eléctrica.
Las facturas de luz y gas de los consumidores con menos de 15 kilovatios (kW) de potencia y un consumo inferior a 50.000 kilovatios hora (kWh) anuales, respectivamente, incluirán una comparativa del consumo con clientes similares en el mismo código postal. Con esta comparativa los clientes podrán detectar si tienen un consumo anormal.