No hay parte de las cuentas de los hogares que permanezcan a salvo de la subida de los precios. La inflación, que en septiembre se situó en el 8,9%, afecta ya a todas las partidas de los gastos domésticos; y es especialmente alta en aquellas que se llevan la mayor parte de la tarta.
Según la Encuesta de presupuestos familiares del pasado año, seis de cada diez euros se dedican a alimentación, a los gastos relacionados con la vivienda y al transporte. Todos estos productos o servicios se han encarecido en el último año por encima, incluso, de lo que marca la tasa general de IPC.
Pero por encima de todas estas subidas destaca la de las hipotecas. Aquellas constituidas a tipo variable, tendrán que afrontar cuotas de hasta 200 euros más al mes en préstamos de 150.000 euros a 25 años, por culpa del alza del euríbor.
Los hogares españoles gastan la mayor parte de su presupuesto en todo lo que tiene que ver con la vivienda. Y eso engloba desde el alquiler (el gasto más cuantioso), a los suministros de electricidad, agua y calefacción, e incluye servicios como la portería, la limpieza del edificio o la comunidad. El pasado año, cada hogar gastó, según el INE, cerca de 9.900 euros en esta partida.
De ellos, 820 se destinaron a pagar la electricidad, y 545 al gas natural y gas ciudad. Si se calcula su importe mensual, y teniendo en cuenta que estos tres productos se han encarecido un 20% y un 23%, respectivamente, en el último año, los hogares estarían gastando casi 24 euros más al mes solo en estos suministros de energía.
Respecto al alquiler de la vivienda principal, el IPC señala que ha subido un 1,6% desde septiembre del pasado año, pero hay que recordar que su revalorización está limitada por los decretos aprobados para hacer frente al impacto de la guerra en Ucrania.
A pesar de que la inflación se ha moderado en septiembre, el precio de los alimentos mantiene la fuerte subida de los últimos meses y registra un incremento del 14,4% respecto al mismo periodo de 2021. El encarecimiento de estos productos, que el pasado año supusieron un gasto medio de 4.800 euros en los hogares, puede llegar significar hasta 58 euros mensuales más.
Y dentro de la cesta de la compra, se observan importantes diferencias:
El capítulo del transporte representó el pasado año el 11% del gasto doméstico. Supuso un total de 3.230 euros, del que la mayor parte, cerca de un tercio, se empleó en la compra de carburantes.
Respecto al mes de septiembre de 2021, el precio de la gasolina se ha incrementado un 2%, por lo que el impacto en presupuesto familiar en este caso no sería muy elevado. Si lo será, en cambio, para los conductores de un vehículo de gasóleo (el combustible utilizado por más de la mitad de los turismos en España), que está hasta un 26% más caro. En cualquier caso, la bonificación de los 20 céntimos por litro complica el cálculo del incremento de esta partida en las cuentas de las familias.
Otras partidas, como las destinadas al transporte en tren o en autobús suponen un gasto mucho menor para la economía doméstica y, además, se los precios se abarataron el pasado septiembre por la entrada en vigor de las medidas para rebajar el coste del transporte público. En esos casos concretos, las familias estarían ahorrando con respecto al año pasado.
El incremento de las cuotas de los préstamos hipotecarios deja pequeña cualquiera de las subidas de las que hemos hablado hasta ahora. Aunque solo un tercio de los hogares en España cuenta con una hipoteca, a los afectados este aumento les supondrá una verdadera complicación para cuadrar los presupuestos familiares.
Y es que, la subida del euríbor, el índice de referencia para la mayor parte de las hipotecas variables (hasta tres cuartas partes del total), va a suponer un fuerte encarecimiento de las mensualidades. Con el índice en el 2,233% en septiembre, la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) estima que quienes estén revisando sus hipotecas verán como sus cuotas aumentan en 115 euros por cada 100.000 euros de préstamo. Esto supone que para aquellos que revisen una hipoteca con un importe medio de 150.000 euros a 25 años, y un diferencial de euríbor +1 punto, la subida puede estar en el entorno de los 200 euros al mes. Con una revalorización de la cuota del entorno del 40%.
La cifra es más del doble de los 80 euros mensuales que estarían encareciéndose los presupuestos familiares para la compra de alimentos y el pago de las facturas de luz y gas con las subidas de los precios.
Para tratar de amortiguar el impacto de este incremento, el Ministerio de Economía ha pedido a las entidades bancarias que planteen fórmulas para apoyar a los deudores hipotecarios más vulnerables. Estas están estudiando ya la posibilidad de proponer la congelación de las cuotas hipotecarias durante un año, aunque no existe de momento una decisión definitiva al respecto.