Las empleadas de hogar, un colectivo de casi 400.000 trabajadoras (el 95 % son mujeres), disfrutan desde el pasado 1 de octubre de derecho a paro y una mayor protección frente al despido, además de tener garantizado el SMI -que en 2022 está situado en 1.000 euros por 40 horas horas semanales-. Pero lo que para el Gobierno supone "poner fin a una injusticia absolutamente inaceptable" para los empleadores es un encarecimiento de este servicio.
¿Cuánto cuesta contratar a una empleada de hogar con la nueva regulación laboral? Como ya hemos comentado, las empleadas de hogar cobran el SMI que en 2022 está fijado en 1.000 € mensuales abonados en 14 pagas (12 mensualidades más dos pagas extraordinarias por el mismo importe). En caso de que se prorrateen las pagas extras en 12 meses, el salario bruto al mes sería de 1166,67 euros.
El portal de la Seguridad Social recuerda que, tanto el empleador como el trabajador están obligados a cotizar a la Seguridad Social cada mes, si bien el trabajador en menor proporción. La cuota o pago a la Seguridad Social, se compone de dos partes: la aportación del empleador y la aportación del trabajador. La cuota mensual a pagar, se determina en función del salario acordado y de la jornada pactada.
Este organismo público ejemplifica cómo sería el pago de sueldo y cotizaciones a una trabajadora doméstica contratada por 40 horas a la semana con 14 pagas y un complemento de transporte de 50 euros mensuales, siendo el empleador familia numerosa:
Ejemplo: el salario mensual de María es de 1.000 € (Salario Mínimo Interprofesional), tiene dos pagas extraordinarias al año que suman un total de 2.000 € anuales y le abonan 50 € mensuales para que se traslade a la vivienda. Además, trabaja para una familia numerosa, por lo que el empleador tendrá un descuento del 45 %.
Retribución o importe total = 1.000 + 2.000/12 + 50 = 1.216,67 €
Base de cotización = 1.220 €
Cuota del empleador = 1.220 x 0,2360 x (1-0,45) + 1.220 x 0,0150 = 176,66 €
Cuota del trabajador = 1.220 x 0,0470 = 57,34 €
Cuota a pagar con el descuento de familia numerosa = 234 €/mes
Desde el 1 de octubre de 2022, los beneficios en la cotización aplicables en este Sistema Especial son los siguientes:
Los beneficios en la cotización no serán de aplicación en los supuestos en que los empleados de hogar que presten sus servicios durante menos de 60 horas mensuales por empleador asuman el cumplimiento de las obligaciones en materia de encuadramiento, cotización y recaudación en dicho sistema especial, de acuerdo con lo establecido en la disposición adicional vigésima cuarta de la Ley General de la Seguridad Social.
A partir del 1 de enero de 2023 únicamente podrán asumir las citadas obligaciones las personas empleadoras, pudiendo acceder a los beneficios en la cotización aplicables en este Sistema Especial a partir de dicha fecha.
Se elimina la figura del desistimiento, que permitía el despido sin causa y, por tanto, sin las garantías del despido para tales situaciones al permitir prescindir de las trabajadoras del hogar sin justificar causa alguna. A partir de ahora se deberán acreditar los motivos que puedan dar lugar a la finalización del contrato con las empleadas extendiendo, por tanto, la protección frente al despido.
El Gobierno desarrollará políticas de formación y acreditación para las personas empleadas del hogar dedicadas al cuidado o la atención de las personas que formen parte del ámbito doméstico y familiar. Estas iniciativas tendrán en cuenta las particulares condiciones de trabajo en este sector y las personas trabajadoras que desarrollan su actividad en él.
La norma establece también el compromiso de creación de una comisión de estudio cuyo objetivo es la inclusión de la perspectiva de género en el cuadro de enfermedades para que se identifiquen y se corrijan las deficiencias que existen en el ámbito de la protección ante las enfermedades profesionales de los trabajos desarrollados mayoritariamente por mujeres.
Según los datos aportados por el Ministerio de Trabajo, 130.000 empleadas del hogar de las 373.000 que se tiene constancia en España tiene más de 55 años, mientras que tan solo 17.000 son menores de 30 años. El 44% de las trabajadoras son extranjeras, mientras que en el resto de sectores la media de este colectivo es del 10%, y que las nacionalidades que predominan son colombiana, rumana y hondureña. Existe, además, una distribución desigual en el territorio, concentrándose en su mayoría en Madrid, en un 27%.