Llegó la hora de la pasta: motivos a favor y en contra de la rebaja del IVA a alimentos que propone el PP
El líder del PP propondrá al Gobierno aplicar el IVA superreducido a los productos de alimentación básicos de la cesta de la compra
En lo que va de año la recaudación por IVA ha aumentando casi un 21% por la "mejora del consumo y la subida de los precios", según explica Hacienda
Varios organismos internacionales llevan años recomendando a España que reduzca la lista de productos que tributa con un tipo del IVA superreducido
El lunes pasado el PP de Andalucía abrió la 'semana temática' del Impuesto al Patrimonio. Ahora es el líder del partido el que inaugura oficialmente el siguiente frente fiscal: el IVA de los alimentos. Alberto Núñez Feijóo ha propuesto bajar del 10% al 4% el IVA a productos como la pasta, la carne o el pescado. Después del fracaso de la propuesta de la vicepresidenta Yolanda Díaz y su 'cesta de la compra asequible', los populares tratan de capitalizar la creciente preocupación de la ciudadanía por la subida del precio de los alimentos.
Un poco de lío hay, para empezar. Feijóo hablaba de productos que ya tienen un IVA superreducido (el 4%) como la harina, la leche o los huevos. Así que lo primero seria aclarar este primer punto.
MÁS
- Pagan el 4% de IVA productos básicos como: el pan, la harina, leche, cereales, huevos, frutas, verduras, hortalizas y legumbres.
- El PP propone añadir a esta lista: la pasta, los aceites, la carne, el pescado y las conservas.
- Coste de la medida, según los populares: 900 millones de euros.
El Gobierno ha rechazado la propuesta y le ha recordado al PP que fueron ellos precisamente los que aumentaron los tipos del IVA del 8% al 10% y del 18% al 21% en el año 2012. Preguntado este lunes por la cuestión, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, respondía: las discusiones sobre fiscalidad dentro de los Estados miembro son "perfectamente legítimas", pero hay que ser "cautos" respecto al impacto de sólo reducir el IVA sin otras medidas de apoyo a las familias y empresas.
Los datos
El precio de los alimentos sube de media casi un 14%. Es el último dato que tenemos del IPC de agosto, pero sabemos que hay productos que se han encarecido mucho más. De los alimentos que no tienen el IVA superreducido y que el PP propone como candidatos figuran:
- Pasta, +30% de encarecimiento en el último año.
- Pescado fresco, +9,7%.
- Aceite de oliva, +13,2%.
- Otros aceites, +71,2%.
- Pollo, +17,6%
- Carne de vacuno, +15,2%.
Uno de los argumentos para defender esta nueva rebaja de impuestos, y que el PP viene repitiendo desde hace meses, es que el Gobierno está ingresando más dinero.
- Los datos de recaudación hasta el mes de julio muestran un crecimiento de ingresos por IVA del 20,8%, en comparación con el acumulado entre enero y julio de 2021.
- Ese porcentaje se traduce en 8.000 millones más de recaudación por este impuesto.
- El Gobierno explica que la cifra refleja una "mejora del consumo y las subidas de precios".
- El IVA se paga en función del precio del producto, así que si éste aumenta, también lo hace el IVA que se paga.
- El Gobierno ya ha renunciado a 930 millones de ingresos de IVA entre enero y julio por la rebaja del tipo en la electricidad.
Lo que dicen los expertos
Numerosos organismos internacionales repiten desde hace meses la idea de que las ayudas de los gobiernos para compensar el encarecimiento del coste de la vida se centren en los hogares que realmente lo necesitan. La última en hacerlo ha sido la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde este mismo lunes: hablaba de ayudas "temporales y dirigidas". Una rebaja del IVA no tiene en cuenta la renta de las familias y beneficia a todos los contribuyentes independientemente de su capacidad de compra.
Los estudios muestran que es más eficiente mantener (o subir) los impuestos indirectos como el IVA y compensar a los más necesitados vía gasto. Es la línea que defienden muchos expertos y que, sin embargo, tiene muy poco encaje en los discursos políticos, tanto de derechas como de izquierdas. "A lo mejor es lo más óptimo técnicamente hablando", reconocía un diputado hace unos meses en un debate sobre fiscalidad en el Congreso. "Pero luego yo no puedo ir a mi electorado y venderles una subida del IVA que luego se compensará a las rentas bajas".
- Desde hace años el FMI y la Comisión Europea recomiendan a España aumentar la recaudación por IVA. La crítica no está tanto en el nivel de los tipos (el 21% máximo está más o menos en línea con el resto de la UE), sino en la cantidad de bienes y servicios que están excluidos de pagar a ese tipo máximo.
- Los datos también dicen que el diferencial recaudatorio de nuestro país se centra precisamente en los impuestos indirectos: España ingresa 2,5 puntos porcentuales de PIB menos que la media de la UE a través del IVA, principalmente.
"El IVA es lo que hace que en Europa tengamos un estado de bienestar y lo podamos financiar. Es el impuesto con mayor poder recaudatorio y me parece una barbaridad lo que se está proponiendo tanto en partidos de derechas como de izquierdas", sostiene un experto en la materia.
¿Se lo puede permitir la economía?
Las medidas para reducir el coste de la electricidad han supuesto un coste de recaudación de 4.268 millones de euros hasta el pasado mes de julio. El Gobierno, a pesar de estar ingresando más este año (la recaudación por IRPF también aumenta: un 17% hasta julio), terminará el ejercicio con un déficit del 5% del PIB, según las previsiones del ministerio de economía. Si estuvieran vigentes las antiguas reglas fiscales europeas nos habrían sacado tarjeta amarilla.
Otro indicador: el nivel de deuda pública se prevé que cierre 2022 en el 115% del PIB. La subida de tipos del Banco Central Europeo está encareciendo ya rápidamente la financiación a la que necesariamente tiene que recurrir el Tesoro Público cada mes. Es decir, al Estado también le está subiendo la letra de su hipoteca.
- La opción de renunciar a más ingresos quizá no es tan sencilla como parece cuando se amplía la imagen.
- La otra cuestión que se plantearían los economistas sería: ¿Optamos por bajar el IVA a ciertos productos y renunciamos a 1.000 millones de recaudación? ¿Mantenemos tipos y destinamos ese dinero (o parte) para tratar de ayudar a las familias que peor lo están pasando por la subida del IPC? ¿Qué es más efectivo para conseguir el objetivo?