Nuevo problema a la vista: las hipotecas. Hasta ahora, las personas que habían tenido que revisar su crédito habían notado subidas relativamente modestas. Pero todo ha cambiado este verano. El ritmo de subidas se ha acelerado y a partir de ahora, las familias que tengan que renovar el préstamo van a ver cómo sube la letra de forma muy abrupta: 175 más al mes para una hipoteca media. De momento.
Los partidos políticos han abierto el debate para ayudar a los hogares "más vulnerables". El pistoletazo de salida lo ha protagonizado Unidas Podemos proponiendo un límite a este encarecimiento del crédito para determinadas familias. "Un tope a las hipotecas no está permitido en Europa", contestaba Pedro Sánchez por la noche en su entrevista en RTVE. "Comparto la idea de que el endurecimiento de la política monetaria no se traslade a un aumento que ponga en mayores dificultades a las familias", añadía Sánchez sin concretar nada más.
El Partido Popular no apoya la idea de Podemos y votó este martes en contra del impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las grandes entidades propuesto por el Gobierno. Los populares plantean crear una especie de "fondo" que ayude a estos hogares vulnerables. Al PP de Alberto Núñez Feijóo sí le "interesa" la discusión para contener el precio de las hipotecas, dicen.
Los partidos no coinciden en el método pero abren el debate de ideas para gestionar este nuevo revés que van a sufrir los ciudadanos.
El escenario para las familias ha empeorado drásticamente en las últimas semanas.
"Cualquiera de estos elementos ya los hemos vivido de manera aislada. Cada uno por separado no es tan grave, pero los tres a la vez, sí", explica Raymond Torres, Director de Coyuntura Económica de Funcas. "Por eso tenemos esa sensación de tormenta perfecta: lo que está ocurriendo, por construcción, está llevando la economía a la recesión".
Los hogares que tengan que revisar su crédito con referencia a septiembre van a ver 2,4 puntos porcentuales de diferencia. Hace un año el euríbor estaba en -0,5% y ahora la media de lo que llevamos de mes ronda el 1,9%. Esta variación del índice de referencia en los últimos doce meses generará subidas mensuales de 115 euros por cada 100.000 euros de hipoteca.
Las familias a las que su banco recalculó el préstamo en la primera parte del año notaron un incremento más moderado. El diferencial del euríbor respecto a hace un año no superaba el 1% hasta junio.
Es cierto que, hoy por hoy, tres de cada cuatro préstamos hipotecarios se firman a un tipo fijo. Durante años no llegaron ni al 10% del total. Pero en 2020 se terminó de consolidar esta tendencia y los porcentajes se han invertido totalmente. Existe cierto "riesgo moral", como dicen los economistas, si ahora se acude al socorro de los que contrataron a un tipo variable y no se hizo nada en su día respecto a los que optaron por un interés fijo y estuvieron pagando mucho más por su letra durante todo el periodo de tipos negativos.
Las circunstancias eran diferentes: no se vivía con una inflación de más del 10%. Además, aunque las cifras de nuevas hipotecas se inclinen por el tipo fijo, en cifras acumuladas no es así. Las familias han reducido sus deudas con la banca en los últimos años y acumulan 520.000 millones de euros en créditos hipotecarios, según los últimos datos del Banco de España de julio. De esta cantidad, cerca de 400.000 millones están a tipo variable, indica la Asociación Hipotecaria Española.
"La morosidad puede subir, pero no de manera estructural", argumenta Torres. "Estamos mejor que hace unos años porque la deuda es menor y los criterios de concesión de crédito se han endurecido respecto al boom inmobiliario". La clave para este experto estará en la variable empleo.
La subida de los tipos de interés y las hipotecas no ha tocado techo todavía. A las dos subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE) como mínimo, se sumarán otras dos más. Este cambio en el tono del discurso del BCE ha llevado al euríbor, en muy poco tiempo, a niveles que no veíamos desde hace una década.
La gran mayoría de la banca está adherida al Código de Buenas Prácticas Bancarias promovido por el Gobierno en el año 2012, en plena crisis financiera. Esa iniciativa ya establece una serie de criterios para que las familias más vulnerables puedan acogerse a una serie de medidas si el pago de la hipoteca se complica.
Hay que cumplir una serie de criterios como:
En caso de que el cliente lo solicite y se pueda demostrar esta situación de vulnerabilidad financiera, la entidad que cumpla el código ofrecerá una reestructuración de la deuda para que las cuotas sean más asumibles.