Cómo afecta la escasez de CO2 a las reservas de cerveza y bebidas carbonatadas

  • Hay escasez de CO2, necesario para la producción de bebidas carbonatadas y cervezas

  • En el Reino Unido han saltado las alarmas aunque en España los sectores afectados no creen que haya problemas

  • El año pasado consumimos más de 1.000 millones de litros de cerveza en España

Las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania se están empezando a notar en muchos más sectores de lo que imaginamos. El último, las cervezas y bebidas carbonatadas, y todo a consecuencia de la escasez de fertilizantes y por ende del CO2, fundamental en la producción de estas bebidas.

El problema en estos momentos es doble: por un lado, Rusia y Ucrania son dos de los principales exportadores mundiales de trigo, maíz, combustible y fertilizantes y la interrupción de las exportaciones tiene sus consecuencias. Por otro lado, el aumento del coste energético está afectando a las fábricas de fertilizantes.

El Grupo Fertiberia, una de las empresas líderes el sector de fertilizantes en España y uno de los principales productores de amoniaco, llegó incluso a cerrar unas semanas en marzo para ahorrar.

La importancia del CO2

El dióxido de carbono (CO2) es un producto excedente de la creación de amoniaco por las empresas de fertilizantes y es fundamental en el proceso de producción de refrescos y cervezas. Este gas es lo que da a la cerveza sus burbujas.

Aunque la fermentación de la cerveza produce ya de por sí burbujas, la mayor parte de las cervezas de producción masiva completan este proceso añadiendo C02 porque es más rápido y permite controlar mejor los sabores en producciones a gran escala.

La escasez de CO2 ya fue un problema antes

Lo cierto es que no tener suficiente CO2 ya ha provocado problemas antes. En junio de 2018 el Reino Unido se enfrentó a una escasez generalizada de cerveza y refrescos como consecuencia de la falta de dióxido de carbono. Según alertó entonces la Asociación Británica de Cerveza y Pubs (BBPA) todo tuvo su origen en un fallo en la cadena de distribución, las cinco fábricas europeas que proporcionaban CO2 a los británicos estaban cerradas por mantenimiento al igual que una de las dos británicas. En principio la única fábrica abierta podría haber hecho frente a la demanda pero ese verano los británicos demandaban mucha cerveza por dos motivos: hacía mucho calor y se estaba celebrando el Mundial de Fútbol de Rusia.

Ahora en el Reino Unido vuelven a saltar las alarmas. La Secretaría de Medioambiente ha calculado que el precio del CO2 puede quintuplicarse si no se reabren las dos grandes plantas que producen la mayor parte del suministro en el país actualmente cerradas ante el aumento del precio del gas natural.

En España somos, al igual que los británicos, muy cerveceros. El año pasado consumimos más de mil millones de litros de cerveza, lo que equivale a una media de 22,7 por persona, según los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE. Así que la pregunta es ¿están preparadas las fábricas para producir tanto sin CO2? Pues de momento parece que sí.

No se prevén problemas

Desde la Asociación Cerveceros de España, la entidad que agrupa a los productores de cerveza de nuestro país, no creen que, de momento, vaya a haber problemas de suministro aunque todo depende de cada empresa. Según comenta un portavoz "el CO2 depende mucho de las políticas de aprovisionamiento y de la cadena de suministros de cada empresa cervecera. Por el momento, no se prevé un problema de suministro de CO2 pero no podemos saber que va a ocurrir en el futuro".

Tampoco desde el sector de las bebidas carbonatadas aprecian un problema inmediato. "Respecto a los datos de la falta de suministro, no disponemos de ninguna información al respecto. Las compañías cuentan con políticas de aprovisionamiento para garantizar la elaboración de sus bebidas", comentan desde la Asociación de Bebidas Refrescantes.

Así que hoy por hoy el consumo de estas bebidas sigue garantizado según sus productores.