El Salario Mínimo Interprofesional afecta en España a 3,5 millones de trabajadores y está fijado actualmente en 1.000 euros brutos mensuales en 14 pagas. La subida fue acordada en un Consejo de Ministros del pasado mes de febrero aunque su entrada en vigor tuvo carácter retroactivo desde el 1 de enero de este mismo año. La subido supuso 35 euros más que el SMI anterior fijado en 965 euros brutos al mes por catorce pagas.
Desde la llegada del Gobierno de Pedro Sánchez el Salario Mínimo Interprofesional se ha incrementado un 33,5 %, pasando de 735 euros a los 1.000 euros actuales, aunque el Ejecutivo de coalición ya a anunciado que a partir de septiembre convocará a los agentes sociales (sindicatos y empresarios) para acordar un nuevo incremento.
El arranque de esta nueva subida está previsto para el próximo viernes 2 de septiembre cuando están convocados los integrantes de la Comisión de Expertos sobre el SMI.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz ya ha ha abogado por revalorizar el (SMI) por encima del 60 % del salario medio por la situación económica de "máxima incertidumbre" lo que le ha llevado a pedir al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, "compromiso con su país".
Para los sindicatos, ese umbral del 60 % del salario medio, o lo que es lo mismo 1.049 euros brutos al mes en 14 pagas "se quedan cortos" por lo que piden una subida hasta alcanzar los 1.100 euros.
Según Pepe Álvarez, secretario general de UGT, "Con una inflación del 10%, el Gobierno no puede decir que piensa en los más débiles y luego aplicar una subida del SMI que sea la mitad del coste de la vida, porque eso en ningún caso va a permitir que las familias puedan mantener su nivel de vida", ha espetado Álvarez, quien incide en que se sitúe en torno a los 1.100 euros.
Además, UGT apuesta por que el aumento de los salarios "tenga como eje central el crecimiento de los precios", de tal manera que insiste en que más allá de la subida salarial que se incluya en los convenios, "tiene que haber una cláusula de revisión".
Los empresarios, a través del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi ya ha mostrado su desacuerdo con esta nueva subida al señalar la necesidad de apoyar a las empresas y de moderar el coste laboral, incluyendo el Salario Mínimo Interprofesional, "en un contexto económico incierto".
Desde la oposición, el Partido Popular ya ha mostrado su apoyo a una subida del SMI, aunque pone condiciones. Así lo ha confirmado su vicesecretario nacional de Economía, Juan Bravo, quien ha asegurado que ven bien afrontar este incremento, pero se ha inclinado por intentar que el peso de la subida no recaiga en su totalidad en los empresarios, sino que se comparta con la Administración.
Según Bravo, la subida "ayudaría a las rentas más bajas", sobre todo a "hacer frente a los efectos de la inflación", pero ha pedido que medidas como la deflactación de la tarifa del IRPF se apliquen para ayudar al empresariado a asumir el sobrecoste en las nóminas.
El dirigente del PP ha señalado que, de entrada, se está de acuerdo en que "los de rentas medias y bajas, del sector que sean, son sobre los que hay que hacer más esfuerzos porque son los que más están sufriendo", ya que "la inflación la sufren todos, pero algunos más".
"Cuando tú ganas 1.100 euros evidentemente tu porcentaje del recibo de la luz, del agua, del gas, de la hipoteca es superior al que gana 10.000", ha puntualizado.