En tiempos de crisis, toca apretarse el cinturón, renunciar a lo accesorio y hacer uso de la creatividad para que cada euro vaya destinado a lo verdaderamente importante. Por eso muchos españoles miran hacia septiembre con ciento temor, asumiendo que se trata de un mes que dará comienzo a una temporada de retos en lo económico: la inflación sigue desbocada y, además, tradicionalmente el inicio del otoño es temporada de gastos extra, especialmente para quienes tengan niños y se enfrenten a la temida 'vuelta al cole'. Los más precavidos se han contenido durante el verano; los que no, arrastrarán algunas deudas. Lo importante es tomar el control, hacer números con cabeza y planificar en función de nuestras necesidades reales. ¿Cómo superar la cuesta de septiembre?
Si te da miedo el mes de septiembre y tienes asumido que vendrán gastos extra durante esta etapa, lo mejor es que dejes de mirar hacia otro lado y tomes las riendas de la situación cuanto antes. Un consejo universal por parte de los asesores en materia de ahorro es prescindir en la medida de lo posible de los productos de crédito, reservándolos para emergencias. Es decir, es mejor hacer como si no existieran, ya que es sencillo entrar en una espiral de consumo y llegar a creer que tenemos una capacidad adquisitiva mayor de la real.
Especialmente si cuentas con tarjetas tipo revolving (normalmente se trata de una forma de pago opcional, existiendo otras posibilidades, como el pago a fin de mes sin intereses), evita su uso y, si no queda más remedio, ten muy claro cuál va a ser el coste real de la operación, intentando abonar tu deuda en el menor plazo posible. Ten en cuenta que, cuanto más alargues la devolución, más intereses se te cobrarán proporcionalmente, ya que estas tarjetas funcionan con un tipo de interés compuesto (al igual que la mayoría de los productos de crédito y préstamos al consumo, hipotecas...)
Para cumplir con el objetivo de no aplazar tus compras deberás elaborar un presupuesto detallado que contenga todos aquellos gastos imprescindibles de cara al otoño (al menos de forma aproximada) y comprobar si las cuentas bastan para llegar de forma holgada o suficiente, a ser posible, manteniendo un margen de ahorro. A partir de aquí, es bastante probable que quepa la posibilidad de 'podar' aún más, y es recomendable que intentes hacerlo incluso aunque las cuentas te salgan a la primera.
Pequeños gestos como modificar (a mejor) tu alimentación, optando por más productos frescos, pueden ser de gran ayuda. Aquí tienes algunos consejos para abaratar tu cesta de la compra. También puedes combinar el deporte al aire libre con el ejercicio 'de pago', comprar más productos reciclados, explorar las posibilidades de la economía colaborativa... Muchas veces gastamos sin pensar porque no somos conscientes de las distintas opciones que nos ofrece el mercado y, gracias a distintas iniciativas innovadoras, es posible no solo ahorrar dinero, sino adoptar una forma de consumo más ético.
Dado el precio de la gasolina, tampoco está de más intentar negociar el teletrabajo en nuestra empresa, al menos de forma parcial. Si esto no es una posibilidad, tal vez sea el momento de elegir el transporte público o la bicicleta. Cambiar costumbres normalmente es obligatorio cuando necesitamos apretarnos el cinturón.
Lo mismo se aplica a nuestros planes de ocio: puede que las cenas fuera deban limitarse para dar paso a más planes caseros o en la naturaleza, donde gastaremos mucho menos dinero y disfrutaremos igual o más. Ni qué decir tiene que es el mejor momento para reducir el consumo de alcohol o dejar de fumar: puedes ahorrar mucho dinero al año.
Sobre todo, es importante que no pierdas de vista la conveniencia de contar con un colchón de ahorros suficiente para hacer frente a cualquier imprevisto. Si no queda más remedio que acudir a préstamos o a productos de crédito, explora posibilidades antes de dar ningún paso: muchos comercios ofrecen formas de pago aplazado sin intereses (por ejemplo, de cara a la 'vuelta al cole'), lo que te permitirá realizar la misma operación de forma más holgada sin ningún coste extra para ti. Esto resulta especialmente útil en la compra de productos caros, como ordenadores o equipamiento informático en general.
Ahondando en la 'vuelta a cole', según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada familia gasta de media unos 500 euros por niño o adolescente durante el mes de septiembre en elementos básicos como libros, material escolar o uniformes. Se trata de una suma elevada que puede reducirse si elegimos la compra de libros de segunda mano, si reducimos la compra de material accesorio o elegimos marcas más económicas, si evitamos adquirir cosas que no sean necesarias (una mochila nueva o un estuche cuando los niños ya cuentan con estos artículos y se encuentran en buen estado)...
Por último, no hay que olvidar una de las partidas presupuestarias más importantes del otoño-invierno: la energía y la luz en casa. Existen trucos para reducir tu consumo eléctrico cuando llega el frío, como elegir el momento óptimo para ventilar o no abusar de la temperatura: es preferible ir un poco abrigado mientras estemos en casa que intentar calentarla en exceso para ir en manga corta. En este sentido, la OCU recomienda poner la calefacción a 21 grados y mantenerla a esa temperatura, evitando los picos de calor. Por ejemplo, llevar el termostato a 30 grados cuando la casa está fría para que se caliente antes supondrá un gasto mucho mayor que usar una temperatura ambiente.