El aviso del Banco Central Europeo de que tendrá que mantener los esfuerzos para hacer frente a la inflación ha llevado al euríbor a 12 meses, el principal indicador para las hipotecas a tipo variable, a su nivel más alto de los últimos diez años. El viernes alcanzaba el 1,25%, después de que el día anterior hubiera dado un salto importante, en reacción a las palabras de la representante alemana en el BCE advirtiendo de que la subida de los tipos de interés en medio punto aplicada en julio no ha conseguido frenar las presiones inflacionistas.
“Con estas declaraciones el euríbor ha vuelto a dar un acelerón y estamos viendo ya tasas diarias de 1,2%. Ya es seguro que cerraremos agosto rompiendo la barrera del 1%. Se está descontando que el mes que viene habrá una nueva subida de 0,5 puntos porque hay un consenso muy claro de que la inflación no se está controlando a pesar de esta bajada que estamos viendo de los precios del petróleo”, señala Antonio Gallardo, responsable de Estudios de la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN).
El euríbor, que mantuvo durante semanas una senda descendente tras la primera subida de los tipos en 11 años, vuelve a calentarse de nuevo con el convencimiento de que el regulador europeo optará por llevar a cabo un incremento similar, tras conocerse que la inflación volvió a repuntar en julio en la eurozona hasta el nivel récord del 8,9%. “Seguramente veremos nuevas subidas en lo que queda de mes y a comienzos de septiembre descontando este nuevo incremento de los tipos de interés.”
Esta subida del euríbor a 12 meses, cuyo nivel medio en lo que llevamos de agosto se acerca ya al 1,1% (en julio cerró en el 0,99%), va a tener un impacto muy importante en los préstamos hipotecarios a tipo variable (en España hay algo más de cuatro millones y suponen tres cuartas partes del total).
Para una hipoteca media, de 150.000 euros a 25 años, que tenga que ser revisada el próximo mes de septiembre, la subida ascendería a 130 euros mensuales, lo que representa un incremento anual de 1.560 euros, según los cálculos de ASUFIN.
“A partir de septiembre nos moveremos en unos incrementos de las hipotecas de 85 euros mensuales por cada 100.000 euros de préstamo. Ya estamos hablando de cantidades muy importantes. En una gran ciudad como Madrid, una hipoteca de 300.000 euros puede incrementarse en 255 euros al mes, son subidas muy considerables”, evalúa Gallardo.
Para comprender como ha cómo ha cambiado la situación en un año, señala que hay que fijarnos en que el año pasado el euríbor estaba en -0,5% de forma bastante estable durante el segundo semestre de 2021. "El salto de cada revisión está siendo muy importante: ya hemos superado la barrera de pagar un 1,5 más y seguramente, los peor parados pueden ser las revisiones del último trimestre del año, que pueden llegar a estar cerca del 2%".
La subida de los tipos de interés se está traduciendo ya, dice el experto, en algunos cambios en el mercado inmobiliario, que está registrando un menor aumento de los precios de la vivienda y una ralentización en la concesión de nuevas hipotecas.
“Están descendiendo, especialmente, las previsiones de contratación de segunda vivienda, que suele ser un producto estrella en los meses de verano. La gente va de vacaciones, ve una casa y cierra un contrato. Estas hipotecas sobre segundas viviendas se contratan, sobre todo, en agosto y septiembre”, explica Gallardo, que considera que en los próximos meses asistiremos a una mayor moderación de las subidas de los precios inmobiliarios, mientras la concesión de nuevas hipotecas irá decreciendo a un ritmo sosegado, sin que se produzcan, eso sí, grandes caídas.
Mientras la concesión de nuevas hipotecas empieza a acusar la subida del precio del dinero, lo que sigue estando muy activo es el mercado de las hipotecas “robadas”. Se trata de las subrogaciones, es decir, llevar la hipoteca a otra entidad financiera, ya que se están realizando ofertas muy agresivas para captar clientes. El cambio es beneficioso tanto para el nuevo banco, que consigue un nuevo cliente al que vender otros productos y, además, lo hace sobre un nivel de seguridad elevado, como para el hipotecado, que puede obtener mejores condiciones en su préstamo.
Puestos a cambiar en las actuales circunstancias, el responsable de ASUFIN, recomienda optar por realizar subrogaciones para convertir una hipoteca variable en otra a tipo fijo. “Con la subida del euríbor, las hipotecas elevadas en grandes ciudades, que sean recientes, y también las postburbuja, que son las que tienen diferenciales más altos, puedan sufrir mucho. Estas son a las que más conviene el cambio”.
Este cambio permite al hipotecado “protegerse” en un entorno de subida de los tipos de interés, incluso en un momento en que las entidades también están optando por incrementar los tipos fijos, que están ya entre medio punto y un punto por encima que hace solo unos meses.
“Es lo más congruente ahora mismo. Incluso si cambias una hipoteca con un diferencial de euríbor +3%, como los que tienen muchos préstamos de 2012, a otra de un euríbor +1,5%, sigues teniendo algo que va a continuar subiendo, porque los pronósticos más consensuados indican que vamos a cerrar el próximo año con un euríbor entre el 2% y el 2,5%.”
El experto, además, recomienda llevar a cabo estos cambios de forma rápida porque las entidades están reduciendo sus ofertas hipotecarias a tipo fijo e incrementando las de tipo variable, que son las que ahora les resultan más interesantes. “Está claro que el mejor cambio actualmente es a fijo, teniendo en cuenta que si dentro de unos años cambian las circunstancias siempre se puede negociar lo contrario.”