Algunos establecimientos en España tienen el aire acondicionado encendido y la puerta abierta, lo que representa un derroche energético incompatible con los tiempos que vivimos. Es precisamente con lo que quiere acabar el decreto de ahorro energético, que estipula mantener el aire acondicionado a 27 grados.
La solución pasa por puertas automáticas para racionalizar el consumo, pero muchos comerciantes y hosteleros no se lo plantean y se echan para atrás debido a la importante inversión que deben realizar puesto que, además de las cristaleras, es necesario una obra de albañilería. Por ello, piden subvenciones. "Nos podríamos adaptar, pero también si colaboran con nosotros", explican. Aunque otros dejan claro que "es mucho dinero, no nos lo planteamos".
No obstante, desde que se anunció la medida, las consultas a las empresas instaladoras han aumentado considerablemente. Desde una de ellas, señalan que "hay motores de 200 euros y de 1.500 euros". "Esto es como todo. Para un uso intensivo, sobre todo para establecimientos que está entrando y saliendo la gente, tienes que ir a una buena motorización", puntualizan.
El Ayuntamiento de Barcelona destinará inicialmente dos millones de euros para ayudar a las actividades económicas situadas en planta baja a realizar reformas que favorezcan el ahorro energético, especialmente para instalar puertas automatizadas.
Así lo ha afirmado en rueda de prensa el primer teniente de alcalde del Consistorio de la capital catalana, Jaume Collboni, quien ha explicado la primera convocatoria de ayudas para ayudar al sector comercial, de restauración, de ocio nocturno y hoteles de la ciudad a cumplir las medidas del real decreto ley de ahorro energético impulsado por el Gobierno central.
También han asistido representantes de los gremios y asociaciones empresariales de las actividades económicas afectadas por la aplicación del decreto estatal, que antes de la rueda de prensa han mantenido una reunión con Collboni.