Los precios del gas han provocado un parón en la industria que no vimos ni en el peor momento del confinamiento por covid. El consumo de este combustible en las grandes empresas cayó un -32% el pasado mes de julio, superando en diez puntos el descenso registrado en abril de 2020. Los precios del gas que estamos viendo, y que ese miércoles vuelven a marcar máximos históricos, hacen inasumible para muchos sectores industriales seguir produciendo. El combustible es hoy más caro incluso que al inicio de la guerra de Ucrania.
Nuestro país lidera este recorte del consumo de gas en la gran industria. Mientras aquí la caída supera el -30%, en Italia el retroceso en julio fue solo del -3,2%, en Francia del -11,8% y en Portugal del -14,8%. El desplome no equivale directamente a la misma caída de producción, pero es una aproximación de la marcha de la actividad. Menor producción puede llegar a traducirse en pérdidas económicas y de empleo.
No hay actividad industrial que escape de este retroceso generalizado en nuestro país. En el caso del refino la caída es del -58% respecto al mismo mes de 2021. En el sector textil y electricidad se está gastando un 44% menos de gas que hace un año. ¿Electricidad? Aquí entrarían las plantas de cogeneración asociadas a procesos industriales y que generan luz y calor quemando gas. La mitad de estas instalaciones está parada, según la Asociación Española de Cogeneración. Imposible que salgan los números cuando además el tope al gas del Gobierno las deja fuera del esquema de compensaciones. Empezamos a conocer casos de empresas que han parado totalmente por la cuestión energética y han mandado las plantillas a un ERTE.
La situación es tremendamente complicada porque al factor precios se suma la enorme incertidumbre sobre qué puede ocurrir en el medio plazo. Las dudas ya se empiezan a notar también en el volumen de pedidos. Otro termómetro de la situación de la industria apuntaba a un "desplome" de las ventas en julio. El índice PMI registró la mayor caída de nuevos pedidos en más de dos años.
La patronal CEOE ha pedido este miércoles al Gobierno "mecanismos de apoyo" a la industria en su conjunto y, en especial, a la que consume más gas y electricidad. La organización ha recordado en un comunicado que la industria es "un motor de crecimiento y un sector estratégico para la economía".
La CEOE califica de "preocupante" que las plantas de cogeneración asociadas a la industria hayan tenido que parar "el 60% de su actividad antes la falta de medidas de apoyo y el incremento del precio del gas cuando, precisamente, se trata de plantas eficientes que aportan competitividad a las industrias intensivas en energía. La cogeneración ahorra al año el equivalente al consumo de gas de dos meses y medio de todos los hogares y pymes de España", denuncia la CEOE.
Mientras la gran industria recorta en un -32% su consumo de gas, el sector doméstico y pymes un -14%, las eléctricas multiplican por más de dos sus necesidades de este combustible (un +125% de variación respecto a julio de 2021). El mes pasado la ola de calor se tradujo en un considerable aumento de la demanda de electricidad en España. Ese pico solo se puede cubrir quemando gas en los ciclos combinados.
El gas lideró la generación de electricidad en julio aportando un tercio de todos los kilovatios. No se veía un nivel tan alto en los últimos catorce años. La diferencia respecto al récord anterior es que ahora estamos con unos precios del gas totalmente insólitos, incluso por encima de los niveles que se registraron al iniciarse la invasión rusa de Ucrania.
El mercado del gas se ha vuelto a instalar en una espiral alcista difícil de parar. La cotización se ha vuelto a disparar este miércoles con un alza del 7%. A mitad del mes de junio estaba en los 87 euros el MWh y ahora supera los 200 euros el MWh. Lo peor es que los futuros auguran niveles muy elevados incluso hasta el año 2023. La tensión aumenta cada día que pasa y se pierde la esperanza de que Rusia no termine de cortar del todo el suministro de gas a Europa.
Hasta que eso ocurra, los países europeos siguen comprando todo lo que pueden a este país. España duplicó sus compras de gas ruso en julio. Este país se ha convertido en nuestro cuarto proveedor con un 14% de la cuota de mercado.