La Unión Europea vuelve a recurrir al mismo espíritu de solidaridad que se invocó para la gestión de las vacunas covid. En este caso, para hacer frente al primer otoño sin gas ruso. Los tratados de creación de la UE ya contemplaban la posibilidad de que, en caso de crisis energética, el Consejo Europeo pudiera adoptar decisiones basadas en este principio de solidaridad. Para lo que no estaba preparada en absoluto Europa era para que su principal proveedor de gas le cortara totalmente el suministro más de 30 días.
La Comisión propone una reducción del 15% del consumo de gas a los países para encarar el próximo invierno. En el caso de España el recorte pactado es inferior, del 7%. Nuestra poca capacidad de interconexión --recibir y mandar gas vía Francia-- limita nuestras posibilidades de ser solidarios. De ahí que el Gobierno defendiera un porcentaje menor. ¿Es esta cifra un objetivo asumible? ¿Habrá que tomar muchas medidas para lograrlo? ¿A quiénes afecta realmente?
La referencia que se establece es la media de consumo de gas de los últimos cinco años entre agosto y marzo. En el caso de España, el 7% supone reducir de media en 2.200 GWh la demanda de gas cada mes. ¿Es mucho? Veamos qué sectores demandan gas y cuánto.
El pasado mes de junio se consumieron en total cerca de 30.000 GWh de gas, pero el comportamiento fue muy desigual.
Pero es solo una parte de la historia. Hay que contar con el otro principal consumidor de gas del país: el sector eléctrico. En junio aumentó el consumo de este combustible, en gran parte por la ola de calor. Así que, en balance total, el mes terminó con 2.000 GWh más de gas respecto a junio de 2021.
En otoño la demanda eléctrica es menor y previsiblemente soplará más viento para la eólica. Las necesidades de gas que estamos viendo este verano para generar luz disminuirán. Lo que no se sabe es si la industria retomará sus niveles de demanda de gas con estos precios máximos que seguimos viendo en los mercados.
Cuando se habla de reducir el 7% el consumo se refiere al gas únicamente. Versiones incorrectas:
El plan de ahorro está diseñado para afectar al consumo del gas porque es el combustible que va a ser escaso y caro.
Una pregunta lógica sería: ¿y por qué algunas medidas del Gobierno hablan del aire acondicionado? Porque, en tiempos normales, una quinta parte de la luz se genera quemando gas. En plena ola de calor ese porcentaje se ha disparado a máximos: un tercio de los kilovatios generados en julio venía de los ciclos combinados. Ahora mismo reducir consumo de luz se puede traducir en gastar menos gas.
El Gobierno calcula que sus medidas de ahorro energético reducirán en hasta un 5% la demanda de gas, muy cerca del objetivo del 7%.
La propuesta es empezar a prepararse para lo peor: que Rusia deje de enviar gas totalmente. Ahora mismo llega alrededor del 30% de lo que sería lo normal. En invierno, cuando las necesidades de este combustible se disparan, la situación puede complicarse mucho. Por eso habría que empezar a ahorrar ya mismo, dice la Comisión.
España es de los pocos países que se ha adelantado a esta situación haciendo obligatorias a partir de este miércoles una serie de medidas de ahorro energético.