La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de todo tipo de abusos en los festivales de música al aire libre que se están empezando a celebrar este verano. Hace escasas fechas, el organismo ya avisó de que los afectados por la cancelación del Madrid Puro Reggaeton Festival podían reclamar daños y perjuicios.
Cambios sustanciales en la programación y el cartel de los artistas previstos en el festival. Si el aviso no se ha realizado con la suficiente antelación, el usuario podría solicitar, además del reembolso del precio de la entrada, una reclamación por daños y perjuicios.
Precios abusivos de reventa, que pueden llegar a multiplicar por tres o por cuatro los oficiales. Cuando para la reventa 'en calle', sea en taquillas o expendedurías, el recargo no puede exceder el 20% sobre el precio marcado. Hoy por hoy, OCU desaconseja este tipo de compra por el riesgo añadido de fraude que conlleva.
Insuficientes puntos de agua potable gratuita y complementaria a la oferta comercial de la hostelería del festival, tal y como exige la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular del 9 de abril. Lo que además puede dar lugar a problemas de hidratación y supone un peligroso riesgo de aglomeraciones.
Comisiones abusivas para el reembolso del dinero cargado en las pulseras o apps de pago para la adquisición de bebidas o alimentos, una práctica contraria a la normativa de consumo, que obliga a los empresarios a aceptar siempre el efectivo como medio de pago. En el MadCool, como denunció OCU, la comisión fue de 1,5 euros y no se consideraban devoluciones por importes inferiores a 2 euros; es más, solo había diez días para reclamarlas.
Imposibilidad de introducir alimentos, cuando la propia Dirección de Consumo, en su informe de 2017, lo admite si se están vendiendo en el interior del recinto, como sucede en todos los festivales. Es más, la actividad principal del festival se supone que es artística y musical, no alimentaria.
Cobros por vasos reutilizables, sin posibilidad de recuperar posteriormente el importe adicional pagado por ellos.
Asimismo, la OCU solicita al Ministerio de Consumo una normativa específica que defina de manera urgente los servicios básicos de los festivales de música al aire libre y establezca distintas compensaciones en caso de malas prácticas.
Mientras tanto, anima a los usuarios a solicitar las hojas de reclamaciones; si el establecimiento no dispusiera de ella, debe llamar a la Policía Local para que se persone. Y recuerda que algunas de estas acciones, como la suspensión de un festival o cambios de última hora en el cartel de grupos de un festival podrían implicar, además del reembolso del dinero, una reclamación por daños y perjuicios derivados de los gastos asociados que hubiera supuesto el traslado del aficionado (por ejemplo, por el transporte y el alojamiento).
En cualquier caso, el organismo ha puesto este verano a disposición de los consumidores una web de ayuda a la reclamación en todo tipo de incidentes relacionados con las actividades de ocio.