El fútbol exige a Catar que respete los derechos de los trabajadores del Mundial
Alemania, Noruega, Países Bajos y Dinamarca han pedido a Catar que respete los derechos de los obreros del Mundial
El fútbol atraviesa esa sensación amarga que alguna vez nos ha invadido a todos: la de no gustarte tu propia fiesta. A la suya está invitado todo el mundo, pero no le acaba de convencer la de 2022 porque está excluida a una parte esencial. Varias son las críticas que acumula Catar por las condiciones laborales de los trabajadores que están haciendo posible dicho Mundial.
Ya lo decía Maradona: "La pelota no se mancha". Conscientes de que el fútbol es algo más que un deporte, varias selecciones nacionales y rostros conocidos han levantado la voz para reclamar que se respeten los derechos humanos, que ya no laborales, de los obreros.
Los primeros conjuntos en pedir justicia han sido Alemania y Noruega. Los jugadores alemanes formaron las palabras "derechos humanos" con sus camisetas, antes del partido con Islandia. Los noruegos llamaron a la acción en su encuentro con Turquía con unas camiseta en la que se leía: "Derechos humanos dentro y fuera de la cancha. Noruega, Alemania, ¿el siguiente?".
A estas se han sumado las selecciones de Países Bajos y Dinamarca. La Federación Danesa ha reclamado que “la presión sobre Catar debería aumentar desde muchos lados”, al mismo tiempo que ha calificado como erróneo celebrar el evento en dicho país.
Futbolistas en contra de la explotación
El centrocampista del Real Madrid e internacional por Alemania Toni Kroos ha tachado de "absolutamente inaceptables" las condiciones laborales en Catar. “Los obreros inmigrantes están sometidos a jornadas sin descanso a 50 grados centígrados, tienen una alimentación insuficiente, sin agua potable, una locura”, ha expresado el campeón del mundo en el podcast que comparte con su hermano.
El exjugador del Barcelona y campeón del mundo con la selección francesa Thierry Henry ha respaldado las protestas de las selecciones. "Lo que hicieron es genial, es un gran gesto", ha dicho en el programa Newsnight de la 'BBC'. Al mismo tiempo ha subrayado que los futbolistas "deben darse cuenta de que tienen voz y pueden cambiar cosas".
A la lista también se han sumado: el centrocampista del Bayer Múnich y la selección alemana Leon Goretzka; el portero del Tottenham y de Francia Hugo Lloris. Quien no se ha mostrado favorable es el presidente de la Federación Francesa, Noël Le Graët. "Catar ha sido designado (como sede) desde hace mucho tiempo por personas responsables, no vamos a cuestionarlo a un año del torneo", aseveró a AFP a principios de mes.
El lado oscuro del torneo
Un Mundial faraónico requiere grandes esfuerzos. La mayoría de los estadios que albergarán los partidos han tenido que construirse. Lo que no esperaban los trabajadores es que las condiciones fueran faraónicas. Una reciente investigación de 'The Guardian' las ha sacado a relucir. Miles de personas procedentes de Pakistán, Sri Lanka, Nepal e India, entre otros, acudieron al país para ganarse la vida. Paradójicamente más de 6.500 la han perdido durante las obras.
Incluso la cifra podría ser más abultada. Naciones como Kenia o Filipinas no contabilizan las muertes de sus compatriotas en Catar. Estos datos chocan con los que da la organización. Reducen a 37 los fallecimientos, de los cuales solo tres relacionan al trabajo. Gran parte de las miles de defunciones se asocian a accidentes cardiovasculares provocados por golpes de calor.
Una de las ONG que ha denunciado la explotación es Amnistía Internacional. Un portavoz de la organización explicó a NIUS que llevan protestando por las condiciones desde la concesión del torneo en 2010. Hacinamiento, pagar por trabajar, amenazas, temperaturas elevadas de trabajo son algunas de las situaciones a las que se enfrentan los trabajadores, de acuerdo a Amnistía Internacional.