El juez de Instrucción número 14 de Madrid ha decidido archivar la causa existente contra un ultra del Atlético de Madrid que, en septiembre de 2023, profirió insultos contra una niña de raza negra de 8 años que llevaba una camiseta de Vinicius Junior, –jugador del Real Madrid que ha sido objeto de episodios racistas en los últimos años y que mantiene una lucha activa contra esta situación que persiste en los estadios– antes de un derbi en el Metropolitano.

En este caso, el magistrado ha acordado sobreseer las diligencias al no quedar probada la autoría del imputado en el delito de odio investigado.

Según consta en el auto, del que se hace eco Europa Press, "en este momento procesal no hay indicios suficientes para entender debidamente justificada la perpetración de los delitos por los que se sigue esta causa".

A ese respecto, se señala que el visionado de las cámaras de seguridad no muestra "ningún tipo de agresión, amenaza, insulto o actitud hostil del investigado hacia las denunciantes".

Fue en febrero de 2024, unos cinco meses después de haberse producido los hechos denunciados, cuando la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional detuvo a un joven de 20 años como presunto autor de los gritos y amenazas al jugador del Real Madrid Vinícius Júnior y a una niña de 8 años, también de raza negra, que se disponía a asistir al derbi madrileño en el Cívitas Metropolitano.

Según la denuncia, el joven, que llevaba una camiseta del Frente Atlético, –grupo ultra del conjunto rojiblanco–, grito a la niña y a quienes iban con ella: "¡Vikingos, fuera! ¡Monas de mierda! ¡Os vamos a matar si no os vais de aquí, hijas de p***a!".

Además, presuntamente golpeó dos ocasiones en el brazo a la mujer adulta, que llevaba a la pequeña intentando resguardarla del ataque. Tanto fue así la menor sufrió una fuerte crisis de ansiedad y desistieron de acudir al partido, según denunciaron.

Considerando la gravedad de los hechos, la Fiscalía de Madrid abrió diligencias de investigación sobre este caso, –ocurrido en las puertas de la Cervecería Bendita Locura del estadio madrileño, entre las puertas 39 y 41–, donde LaLiga se personó como acusación.

Concluidas las diligencias previas, el juez, en coincidencia con el despacho penalista Ospina Abogados, quienes representaban al acusado, señala que "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito", procediendo al sobreseimiento de las actuaciones.

Al respecto, el abogado penalista Juango Ospina y Beatriz Uriarte defendieron que su cliente fue incorrectamente identificado, negando que fuese el quien realizase los hechos denunciados. Una afirmación que chocaba con la rueda de reconocimiento practicada donde fue positivamente identificado por las denunciantes, pero contradictoria con el visionado de las cámaras de seguridad, donde tras realizarle un seguimiento junto a cientos de aficionados "no se aprecia ningún tipo de agresión, amenaza, insulto o actitud hostil del investigado hacia las denunciantes", según recoge el auto de diligencias previas.

Frente a ello, se estima que el relato de denunciante y denunciado son versiones "coherentes y creíbles" de los hechos, aunque con resultado contradictorio entre sí.

Sobre ello, los abogados penalistas de la defensa han pedido que se mantenga la presunción de inocencia de su cliente al no poder corroborarse por ningún indicio objetivo el testimonio de la denunciante.

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