Rida dejó su Marruecos natal con 20 años para irse a Turquía. Desde allí partió hasta Barcelona cruzándose toda Europa andando.
“He sufrido mucho, pero al final ha pasado de todo”, cuenta.
Su pasión es el fútbol y por eso se unió al FC Darna. Se trata de un equipo formado en su mayoría por personas migrantes que llegan a Barcelona buscando oportunidades.
“Llega aquí y se olvida de todo, sus problemas para conseguir el acceso a una vivienda, sus problemas para los trabajos, para los papeles…”, dicen desde el equipo.
Es un club en el que todos han encontrado en el deporte una motivación y una familia, pero este proyecto va mucho más allá del fútbol.
Con su esfuerzo han conseguido convertirse en un equipo federado. Y ahora luchan por ascender de categoría con el Darna, su querido club que en árabe significa "hogar".
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