El partido de ascenso a Segunda División que disputaron el pasado 22 de junio entre el Nàstic de Tarragona y el Málaga, y que permitió al conjunto andaluz subir tras un gol en el último minuto de la prórroga, ha llegado a los juzgados, después de que el cuadro catalán haya presentado una querella criminal contra el colegiado seis meses después del polémico encuentro.

La querella se ha convertido en un hecho sin precedentes en el fútbol español, convirtiendo al Nàstic de Tarragona en el primer club en acudir a la vía penal contra un árbitro, según ha avanzado La Vanguardia. Concretamente contra el bilbaíno Eder Mallo Fernández, quien frustró el ascenso al conjunto catalán a pocos segundos del final tras el gol del Málaga que supuso el 2-2 en el marcador.

El Nàstic acusa al árbitro de un delito de falsedad documental y corrupción deportiva por predeterminación y alteración deliberada del resultado del partido, acusándole de mentir en el acta arbitral diciendo que temió por su integridad física en los vestuarios cuando acabó el partido.

En el acta describió insultos y amenazas de la afición local que acabaron provocando el cierre del campo del Nàstic durante cuatro partidos.

En cuanto a corrupción deportiva, acusan al colegiado de favorecer con su arbitraje al Málaga y, para argumentarlo, citan conversaciones a las que han tenido acceso en las que aseguraba, antes de que se disputara el partido, que tenía el partido "controlado" o que "tenía tomada la matrícula" a un jugador del Nàstic, que luego fue expulsado durante el encuentro.

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