Las despedidas no suelen ser fáciles, siempre hay lágrimas y una cierta resistencia por el camino. Porque cuando uno dice que se va, lo va digiriendo poco a poco, no es de un día para otro. El tenista Rafa Nadal parece que se ha estado despidiendo, sobre todo, en los últimos años de su carrera deportiva. El de Manacor, lo ha hecho esta semana a sus 38 años con una carrera brillante en el mundo del tenis. Es ya para todos una leyenda de España y del mundo.
"No estoy cansado de jugar al tenis, pero el cuerpo no quiere más. Hay que aceptar la situación. He podido hacer de uno de mis hobbies mi carrera y mucho más larga de lo que podía imaginar. Solo puedo dar gracias a la vida", expresaba entre sus lágrimas y las de los que lo acompañaban, su hermana Maribel y su entrenador, Carlos Moyá.
Su despedida ha sido un tanto agridulce, ya que no ha podido llevarse la última medalla en la Copa Davis, aunque él ya lo vaticinaba hace unos días diciendo que no iba a ser una despedida de película. El equipo español de la Copa Davis ha quedado eliminado en las finales de la competición, que se están disputando en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga, después de que Carlos Alcaraz, que había empatado la eliminatoria, y Marcel Granollers perdieran el dobles definitivo (7-6(4), 7-6(3)) ante Países Bajos (1-2), un resultado que supone el fin de la carrera deportiva de Rafa Nadal.
Sin embargo, ha habido momentos mágicos, a la altura de un deportista de élite como él. "Han sido veinte años de carrera profesional en los que me habéis llevado en volandas. Me he sentido un super afortunado por haber recibido tanto cariño por todo el mundo y en particular aquí en España. Para mí ha sido una historia preciosa con momentos malos, pero la gran mayoría han sido realmente buenos e inolvidables".
El después de una carrera de élite ¿Qué le espera ahora a Nadal? ¿Cómo será su futuro? Hablamos con una experta en psicología deportiva para entender mejor este proceso. Mariola Fernández Sánchez, doctora en psicología y docente de la Universidad Europea, además de fundadora de Entre Dos Mentes, explica que Nadal se enfrenta ahora a un cambio existencial muy importante, aunque él ya ha estado trabajando la llegada del fin de la carrera. “La mayoría de deportistas a este nivel tienen un acompañamiento que les ayuda a diferenciar entre el rol de persona y el rol de profesional”. Esto ayuda más tarde a colocar toda su vida una vez termina la etapa de competición deportiva.
“Imagínate qué difícil sería, una vez acaba este plano, cómo podría seguir la persona si no se ha ido configurando como sujeto en sí. Necesariamente es una de las premisas básicas en las carreras deportivas. En este sentido, el acompañamiento es constante, para que esta persona no esté permanentemente pensando en los objetivos y en su carrera”, explica.
Buscar un propósito de vida parece que es uno de los objetivos que plantean muchos psicólogos que acompañan a estos deportistas de élite. En el caso de Nadal, los últimos años hemos ido viendo cómo ha ido moldeando su carrera profesional y explorando otras alternativas. “Me voy a retirar del tenis profesional, pero sigo estando aquí para cualquier cosa. Espero ser un buen embajador para el tenis”, expresó en Málaga.
En este sentido, Rafa Nadal lejos de apagarse en el terreno profesional seguirá más presente que nunca, ya que está al frente de la Rafa Nadal Academy de Manacor desde 2016, de la Fundación Rafa Nadal, que representa otro de sus más grandes proyectos desde que fuese lanzada en 2010. Por otra parte, tiene también una academia en Kuwait y estrenará otra en Arabia Saudí, donde desde el pasado mes de enero ejerce de embajador de su federación de tenis; y es propietario y fundador de la Laver Cup, entre muchas otras cosas. En lo personal, Rafa Nadal ya ha expresado su voluntad de pasar más tiempo con su familia después de una larga carrera en la que ha habido cientos de compromisos deportivos y viajes.
Es posible, entonces, tal y como apunta la doctora en psicología, Mariola Fernández Sánchez, que ya haya cerrado esta etapa. “Lo que suele ocurrir es que el deportista vive un duelo emocional, un sentimiento de pérdida de identidad porque se pierde este propósito que lleva acompañándole durante toda su carrera profesional. Si conocemos el caso de Rafa Nadal vemos que él ya ha ido desarrollando otros propósitos paralelamente en los últimos años. Es muy probable que estuviera prevenido y, como ha dicho él, “el cuerpo da para lo que da”, es decir, que ya hacía tiempo que tenía una alternativa a su carrera en el tenis”.
Una de las recomendaciones que dan los especialistas a este tipo de deportistas es que no dejen de lado la parte física, aunque eso sí, a un nivel recreativo. Por eso, podemos ver a muchos deportistas estrenarse en otros deportes por hobby. “Muchos han encontrado también en el activismo o las causas sociales un propósito y una nueva línea de trabajo”, añade.
Además, después de una serie de lesiones, lo que es seguro que le dará un merecido descanso a su cuerpo. El 22 veces ganador de Grand Slam con 20 años de carrera ya iba avisando que su cuerpo estaba al límite. “Para el cuerpo puede suponer cierto alivio, eso seguro, porque acumulan lesiones, mucho trabajo físico y mental. A nivel emocional significa esa no exigencia y aceptar hasta dónde llegamos, que no falta voluntad sino que se trata de que tenemos que bajar el ritmo”, explica Mariola a la web de Informativos Telecinco.
Más dolorosa puede que sea la despedida de los fans del que ha sido un ídolo de toda una generación que ha ido creciendo con él y que ha ido viviendo cada uno de sus logros como si fuera suyo. La generación millennial se ha acostumbrado a ver a Rafa Nadal ganando títulos para España, pero ahora habrá que dar paso a otra versión nueva del deportista, menos habitual quizá en los medios. ¿Cómo será para él tomar este “segundo plano”? ¿Y para sus fans?
“La persona va a seguir siendo el profesional que ha consolidado, aunque no acapare portadas. Tendrá su espacio en el mundo social, mediático y en la mente de las personas. Esto es importante para que el propio deportista lo tenga en cuenta, que no piense que su esfuerzo ha caído en el olvido”, subraya Mariola.
Pena, nostalgia y lágrimas es lo que seguro que muchos de estos fans de Nadal habrán sentido y expresado al verle estos últimos días, pero, con el tiempo encontrarán a otra figura deportiva a la que idolatrar. Además, tal y como expresa la experta, “pueden guardar todo lo que ha conseguido como oro en paño, porque este tipo de profesionales no se olvidan, quedan siempre en la memoria colectiva”.
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