En apenas 48 horas, el deporte español ha visto cómo dos de sus deportistas más grandes, queridos y respetados, han anunciado su retirada. Ni Rafa Nadal volverá a deleitarnos con su tenis en un partido profesional, una vez cierre su ya legendaria trayectoria tras disputar la Copa Davis con España, ni Andrés Iniesta volverá a vestirse de corto en un partido de primer nivel para volver a mostrar esa magia que siempre ha tenido en las botas.
Resignados a lo inevitable de tener que admitir que algún día iba a llegar este momento, hoy todos sus seguidores se deshacen en elogios y cariño hacia una trayectoria, –la de ambos–, absolutamente impecable tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Si uno siempre ha sido el adalid del sacrificio, la entrega, y el arrojo sobre la pista de tenis, haciendo gala de una fortaleza mental inigualable, el otro ha discurrido en similares términos siendo también ejemplo de humildad, modestia, compañerismo y trabajo constante. Valores compartidos entre ambos, unidos también por un nexo común que les ha aupado a lo más alto más allá de su especialidad: ser buenas personas.
Uno ‘rey de Roland Garros’, conquistando 14 veces el trofeo más prestigioso de la tierra batida, el otro ‘héroe del mundial’ llevando a España a lo más alto en Sudáfrica, los dos son auténticos campeones que no solo quedan en la historia del deporte español, sino también ocupando un hueco en la memoria y el corazón de una legión de aficionados, desde España y más allá, y sin importar rivalidades.
Rafa Nadal y Andrés Iniesta, no obstante, nos dicen 'hasta luego' y no adiós. No cabe pensar en que esa pasión voraz por sus respectivos deportes se acabe meramente por una exigencia del cuerpo. La mente del de Manacor siempre ha pensado en tenis; la del de Fuentealbilla en fútbol, y por eso, y porque ya sabemos de la fortaleza mental de uno y la reticencia del otro a colgar las botas, debemos saber que hay otros caminos más allá del desgaste que supone rendir al máximo nivel en la élite.
Si Rafa Nadal estaba entrenando en su academia en Manacor mientras su vídeo anunciando su retirada se propagaba por todos los rincones del planeta, Andrés Iniesta, que en su rueda de prensa aseguraba que si por él fuese estaría “jugando hasta los 90”, ya nos avanzaba, directamente, que “el juego continúa” y ahora su aventura pasa por convertirse en entrenador. Dicho de otro modo: que nadie piense que van a alejarse demasiado de sus deportes, aunque ahora tengamos que ser testigos de un modo sin duda mucho más nostálgico de aquellos tiempos en que nos deslumbraron e hicieron vibrar.
Frente al pesar por sus retiradas, no obstante, queda un futuro en el que se deposita ilusión. La marcha de ambos deportistas cede el testigo de forma completa a una generación que ya está pisando fuerte y que, de hecho, deja esperanzas de que el deporte español pueda seguir brillando en la próxima década.
Con figuras que de una forma extraordinariamente prematura ya se están alzando como referentes, en el tenis es Carlos Alcaraz el que está llamado a ser el más digno sucesor de Rafa, mientras en el fútbol es Lamine Yamal el que ha pulverizado récords conquistando con solo 17 años su primera Eurocopa con la selección española. En el torneo continental, que se disputó en Alemania este verano, además, también otros jóvenes como Nico Williams se erigieron como algunas de las sensaciones del momento.
“El talento y lo que nos está mostrando y lo que hemos visto durante este año es espectacular”, decía Iniesta de Yamal.
Tanto Alcaraz como Lamine y los jóvenes de su generación han crecido fijándose en figuras como las de Rafa y Andrés, a quienes han visto como un ejemplo a seguir.
“Como todo fan de Rafa, como todo fan del tenis, nadie se quiere imaginar el circuito sin Rafa”, decía Carlos Alcaraz cuando le preguntaban por la retirada del Balear. Ahora, al oriundo de El Palmar, Murcia, le toca perpetuar la historia del tenis español que el de Manacor puso en lo más alto. Y no va por mal camino… Lleva 16 títulos con solo 21 años. Es el más joven en la historia del tenis en ganar un Grand Slam en tres superficies diferentes y el primero en ganar torneos de categoría 500 de la ATP también en tierra batida, hierba y pista dura. Vigente campeón de Roland Garros y Wimbledon, donde ya se ha alzado rey dos veces, ‘Carlitos’ ya es el segundo español con mejor palmarés individual, solo por detrás de un Rafa Nadal al que siempre ha profesado admiración.
Como él, Lamine Yamal también está batiendo récords desde muy joven. Con 17 años ya es el jugador más joven en marcar una Eurocopa y el más precoz en ganarla, así como en debutar y anotar con la selección.
Si las lesiones lo permiten y se nos concede la licencia de aventurarlo, a la luz de la estadística, con el trabajo que imprimen a su talento y sus actuaciones, sus trayectorias prometen.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.