Encuentran los restos congelados del primer escalador del Everest, Andrew Irvine, desaparecido hace cien años
Tres escaladores han hallado lo que creen que podría ser la bota y el pie de Andrew Irvine
Cien años después, uno de los misterios más grandes de la historia del alpinismo parece haberse resuelto
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Hallazgo histórico en el Everest, tres escaladores han hallado lo que creen que podría ser la bota y el pie de Andrew Irvine, quien junto con su compañero Geroge Mallory fueron los primeros alpinistas en ascender la montaña más alta del mundo. Ambos desaparecieron durante su ascenso, en 1924, fueron visto por última vez a 8.650 metros.
Cien años después de su desaparición uno de los misterios más grandes de la historia del alpinismo parece haberse resuelto, según ha publicado National Geographic.
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“Después de 100 años de especulaciones alrededor de su destino, se cree que los restos parciales de Andrew Comyn "Sandy" Irvine han sido descubiertos en el glaciar Rongbuk central debajo de la cara norte del monte Everest. Irvine se desvaneció mientras intentaba conquistar el pico más alto del mundo en 1924, junto con su compañero de escalada y renombrado montañero George Mallory. El misterio de si llegaron a la cumbre antes de sus muertes ha intrigado a escaladores e historiadores durante décadas.
En la publicación en Instagram se puede ver la fotografía de la bota con el calcetín donde se lee en letras rojas A. C. Irvine.
"A veces en la vida los mayores descubrimientos ocurren cuando ni siquiera estás mirando. Este fue un momento monumental y emotivo para nosotros y todo nuestro equipo sobre el terreno, y solo esperamos que esto pueda traer finalmente paz mental a sus descendientes, y al mundo de la escalada en general.”
El hallazgo se realizó en la cara norte de la montaña entre el hielo derretido del glaciar Rongbuk donde los montañeros Jimmy Chin, Mark Fischer y Erich Roepke se encontraban.
A pesar del hallazgo y a la espera de la confirmación de los restos, el misterio sobre si los montañeros murieron antes o después de hacer cima, seguirá. El cuerpo de Mallory fue encontrado en 1999 por el alpinista americano Conrad Anker y varios compañeros.
El objeto más deseado y que podría sacar de dudas es la cámara fotográfica que llevaban y revelaría uno de los secretos mejor guardados del alpinismo.
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