La atleta paralímpica Elena Congost veía ayer como se le negaba una medalla de bronce que tenía asegurada tras intentar ayudar a su guía cuando este se sintió indispuesto. Las normas olímpicas establecen que ese gesto debe ser penalizado, una circunstancia que choca de lleno con el espíritu que se trata de transmitir durante el evento. Es por ello que Congost ha pedido que se recurra esta decisión con la posibilidad de que se entreguen dos medallas de bronce, una para su guía y otra para ella. según informa Juan Tejón.
Elena corrió ayer la maratón T12 para personas con escasa capacidad visual con una cuerda que la unía a su guía. Ambos consiguieron realizar los 42 kilómetros con éxito hasta la meta donde, a dos metros del final, a su guía le fallaron las fuerzas. Así pues, la atleta explica que en "un acto reflejo" le intentó sujetar el brazo por lo que se desprendió de la cuerda. No obstante, la recuperó muy rápido por lo que pudieron volver a unirse para entrar finalmente en la meta, celebrando la medalla de bronce.
Debido a este suceso, los Juegos Paralímpicos de París decidieron descalificar a Congost a pesar de que la corredora no se benefició al separarse de su compañero ya que estaba en la meta y su perseguidora se encontraba a más de tres minutos de distancia. Por ello, Elena exige que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y Comité Paralímpico Español (CPE) reevalúen su decisión ya que la considera injusta.
La atleta española ganó el oro en los Juegos Olímpicos Río 2016 y, tras ser madre de cuatro hijos, sigue compitiendo con más empuje que nunca ya que aunque ha perdido una medalla, su espíritu deportivo sigue intacto.
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