Sven-Göran Eriksson, exfutbolista y exentrenador sueco, ha muerto a los 76 años tras llevar meses luchando contra el cáncer de páncreas terminal que le fue diagnosticado y que se conoció en enero de 2024. El técnico, que fue seleccionador de Inglaterra, se despidió recientemente dejando un deseo: ser recordado como "un buen hombre".
La triste noticia ha sido confirmada por un agente que trabajó con él en Suecia a través de un comunicado: "Después de una larga enfermedad, Sven-Göran Eriksson ha fallecido durante la mañana en su casa, rodeado de su familia", informaban. Al mismo tiempo, han pedido "respeto" a sus allegados en su "deseo de guardar el luto en privado", remitiendo al sitio web de Sven-Göran Eriksson a todo aquel que quiera hacer llegar sus condolencias y mensajes de cariño.
Sven-Göran Eriksson, exfutbolista y exentrenador sueco, afronta la recta final de su lucha contra el cáncer de páncreas terminal que le fue diagnosticado y que se conoció en enero de 2024. Consciente de todo y analizando su vida, marcada en lo profesional por su dilatada trayectoria futbolística, el mensaje que quiere dejar derrocha entereza y deja un deseo: ser recordado como “un buen hombre”.
El que fuese el primer extranjero en dirigir a la selección de Inglaterra en 2001, –donde dejó una enorme e imborrable huella y donde hoy múltiples equipos y jugadores no dejan de recordarle, lamentando su muerte–, recientemente se despedía de todos con gran entereza, consciente de su etapa final en la pelea contra su cáncer terminal.
El técnico de equipos como la SS Lazio, el IFK Göteborg y el SL Benfica, entre otros, antes de morir dejó grabado un documental titulado ‘Sven’, que se acaba de estrenar y en el que contaba que ha tenido “una buena vida” y alentaba a todos a cuidarla, valorarla y vivirla.
"Todos tenemos el día de nuestra muerte, pero la vida también es muerte". “Hay que aprender a aceptarla tal y como es. Con suerte, al final la gente dirá 'sí, era un buen hombre', pero no todo el mundo lo dirá. Espero que me recuerden como un tipo positivo que intentaba hacer todo lo que podía. No lo lamentéis, sonreíd. Gracias por todo, entrenadores, jugadores, público... Ha sido fantástico. Cuídate y cuida tu vida. Y vívela. Adiós", manifestaba en su mensaje de despedida, presente en el documental que protagonizó en sus últimos momentos.
Sven-Göran Eriksson comunicó su enfermedad en la radio sueca P1, donde anunció que le habían detectado ese cáncer inoperable y que le quedaba "como mucho un año de vida".
"Todo el mundo puede ver que tengo una enfermedad que no es buena, y todo el mundo supone que es cáncer, y lo es. Pero tengo que luchar contra ella el mayor tiempo posible", dijo entonces.
En esos instantes, Eriksson ya era consciente de que "en el mejor de los casos" su esperanza de vida sería "alrededor de un año", aunque sus médicos no estuviesen "totalmente seguros".
"Es mejor no pensar en ello. Hay que engañar al cerebro. Podría ir por ahí pensando en eso todo el tiempo y sentarme en casa y sentirme miserable y pensar que tengo mala suerte y cosas así", señalaba.
Durante todo este tiempo, Erikkson de hecho ha transmitido esa idea, señalando que prefería ver "el lado positivo de las cosas" y no enterrarse "en los contratiempos" surgidos a raíz de su enfermedad terminal. Sabía que este era "el mayor contratiempo de todos", y hoy nos deja entre un aluvión de mensajes que le recuerdan tal y como él deseaba, como "un buen hombre".
Tras su fallecimiento, multitud de clubes, medios deportivos y personas ligadas al mundo del deporte han multiplicado las muestras de cariño y recuerdo hacia el exentrenador y exfutbolista.
Desde la UEFA, el Liverpool, el West Ham, el Manchester City, al Benfica, el Inter o equipos españoles como el Mallorca, hoy todos homenajean a Eriksson y le dicen adiós.
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