El pebetero de los Juegos Olímpicos de París se ha apagado y España ya ha hecho el equipaje. El equipo olímpico nacional se marcha sin romper el ‘techo de cristal’ de las 22 medallas alcanzadas en el récord de Barcelona 92, con un total de 18, pero con algunos signos de ilusión y ganas de volver a intentarlo en los siguientes, que tendrán lugar en Los Ángeles, como ha escenificado Tom Cruise en la sorpresa final de la ceremonia de clausura de estos juegos.
"No es el resultado esperado, pero esto es deporte", apuntaba el presidente del COE, Alejandro Blanco, en la Casa de España este domingo en la hora del balance sobre estos Juegos en los que, por primera vez, viajaron más deportistas mujeres españolas que hombres, con 193 frente a 190.
Entre las 18 medallas, por su parte, destacan algunas como el oro del fútbol 32 años después del labrado en el Camp Nou, y que certifica la buena racha española en este deporte. También la del bronce del K-4, –con el que Saúl Craviotto ya es el español que más metales tiene–, entre otras.
Más allá, los 9 cuartos puestos parecen escaso botín para la mayor inversión en la historia por parte del Gobierno español, los cerca de 1.000 millones anunciados por el presidente Pedro Sánchez para afrontar el periodo pospandemia. "España es el país con mejor coeficiente entre resultados deportivos e inversión", asegura Blanco.
De 2022 a 2024 el presupuesto del CSD superó los 950 millones y el programa CSD Team España destinó 50 millones para ampliar las becas a los deportistas del agotado Plan ADO. Deportistas como la ex campeona olímpica en Rio Carolina Marín dispusieron de todos los medios necesarios como 'sparrings' asiáticos, –dos–, en el intento de la onubense revalidar su oro olímpico, recursos para competir en el extranjero, concentraciones en altura, técnicos, bases de big data e IA y, entre otros, cámaras de hipoxia con las que oxigenar su sangre para maximizar su rendimiento.
Ese maná se tradujo en resultados que alimentaron los pronósticos del presidente del COE y también del máximo responsable del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, quienes reiteraron una y otra vez en sus declaraciones que las 22 medallas de Barcelona'92 serían ya cosa del pasado.
Sus pronósticos no eran al azar: los informes elaborados por los de los técnicos de las dos 'casas del deporte español' apoyaban sus argumentos: en 2023, los deportistas españoles lograron 63 medallas en Mundiales y Europeos. El conteo de los años preolímpicos previos a Pekin 2008, Londres 2012, Rio 20216 y Tokyo 2020 era cercano a las 40. Si había más dinero que nunca y las medallas caían a borbotones en los Mundiales como el de atletismo del año pasado en Budapest, con el doblete de oros de Álvaro Martín y María Pérez en los 20 y 35 kilómetros marcha, y la plata de Mo Katir (sancionado después) en el 5000, todo invitaba al optimismo. Sin embargo, esta vez no será posible. No ha habido récord, aunque sí se han superado los últimos registros.
"Si esto fuera pura matemática no serían los Juegos", recalcó Blanco. No obstante, precisamente el atletismo, con el oro del saltador de triple Jordan Díaz y el mixto en la maratón de la marcha, junto a la plata de Pérez y el bronce de Martín en el 20K, y los tres bronces de los palistas en el Estadio Náutico de Vaires-sur-Marne han propulsado al deporte español al decimoquinto puesto en el medallero, siete plazas mejor que en Tokio.
El bronce del K-4 de Saúl Craviotto, junto a Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, fue uno de los apuntes positivos de Paris 2024, que quedará para los libros de historia, pues el ilerdense se convirtió en el deportista español con más medallas en los Juegos, con seis -dos oros, dos platas y dos bronces-, desempatando del expalista David Cal.
También destacada fue la plata del baloncesto 3x3, que llegó a vencer a EEUU y que cubrió la caída de las selecciones masculinas, en la que Rudy Fernández se despidió en sus sextos Juegos, y femenina.
Por su parte, el oro que le faltaba al waterpolo femenino, el segundo en la historia de un equipo de mujeres tras el del hockey hierba en 1992, y el bronce de la natación artística maquillaron las decepciones del velocista Hugo González en la piscina de La Défense.
El boxeo con la plata y bronce de los pupilos de Rafa 'Balita' Lozano Ayoub Ghadfa y el bronce de Enmanuel Reyes resarcieron de otras derrotas, las de Rafa Nadal, Jon Rahm, la selección femenina de fútbol, el gimnasta Ray Zapata, la triplista Ana Peleteiro, la taekwondista Adriana Cerezo o los palistas Marcus Cooper, Antía Jácome y María Corbera.
En unos Juegos Olímpicos también marcados por otros adioses, al margen del de Rafa Nadal y el posible de Carolina Marín y su llanto desgarrador tras una nueva lesión de rodilla, Pablo Herrera se convirtió en el jugador con más Juegos de la historia superando al brasileño Emanuel Rego, que le ganó aquella final en la playa de Faliro en su debut en Atenas 2004 junto a Xavi Bosma, y Teresa Portela disputó los séptimos, a uno del marchador 'Chuso' García Bragado. "No me pongo fecha de caducidad", afirmó, sin embargo, la gallega.
Con todo, y dados los 409 millones de euros invertidos en la preparación olímpica por las federaciones, los resultados en París no han cumplido las expectativas de los directivos. Algunos de ellos apuntan a una cuestión de un fallo en la preparación mental o a la excesiva presión por parte de las autoridades. No obstante, el presidente del COE responde: "Si no supieran soportar esa presión no estarían aquí, la presión se la ponen ellos”.
Ahora, España, que afronta la marcha de algunos mitos de su deporte, mira al relevo generacional y a una revolución todavía inacabada, pero que sigue soñando con volver para superar sus marcas. La próxima parada en los Juegos Olímpicos está en Los Ángeles, EEUU, sede en 2028.
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