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Javier de Pedro, exjugador de la Real Sociedad que llegó a ser internacional con la selección española, ha ingresado en la prisión de Martutene, en San Sebastián, Guipúzcoa, para cumplir una condena de nueve meses de cárcel por violencia machista.
De 50 años, el exfutbolista fue detenido ayer martes en el que ahora era su lugar de trabajo, una sidrería de Astigarraga donde ejercía de parrillero. Después, fue conducido por las autoridades al centro penitenciario.
Según informa el Diario Vasco, contra él pesaba una orden de busca y captura que fue emitida por un juzgado de San Sebastián tras una sentencia firme por maltrato a una mujer residente en Trintxerpe. Le buscaban desde hacía un tiempo, pero los cambios de residencia que había efectuado últimamente acabaron por alargar el proceso de localizarle.
Más allá, la que ha llevado a su ingreso en prisión no es la única denuncia por violencia machista que pasa contra Javier de Pedro. Como informa el citado medio, hace apenas dos días otra mujer, residente en Amara, presentaba otra denuncia contra él por una presunta agresión. De hecho, habría tenido que pasar por quirófano, siendo intervenida por una rotura del cúbito y el radio.
Además, en 2018 Javi de Pedro llegó a ser detenido también por los agentes de la Ertzaintza, imputado por la presunta agresión de quien entonces era su pareja. Sin embargo, tras quedar a disposición judicial, fue puesto en libertad con cargos.
Más tarde, en julio de 2010, como recoge el Diario Vasco, exfutbolista fue condenado a 51 días de trabajo en beneficio de la comunidad por un delito continuado de amenazas sobre una expareja, así como por una falta de injurias.
En la sentencia, concretamente, se hacía referencia a los “numerosos” mensajes de texto que le envió con amenazas y frases de menosprecio, y algunos de índole sexual.
En este caso, llegó a un acuerdo con la Fiscalía por el que admitía los hechos y aceptaba 42 días de trabajos en beneficio de la comunidad por el delito continuado de amenazas y otros 9 por el de injurias. Además, se le impuso una orden de alejamiento por un año y cuatro meses.
Javi de Pedro, además, sumó problemas con la Justicia unos años antes, en 2009, por conducir bajo los efectos del alcohol y con el carnet retirado.
Los hechos tuvieron lugar en Irún y, en este caso, la Fiscalía consideró que lo ocurrido era constitutivo de un delito contra la seguridad vial.
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