Sevilla se prepara para uno de los grandes acontecimientos deportivos del año, la final de la Copa del Rey de fútbol. Las aficiones del Athletic de Bilbao y del Mallorca abarrotan las calles de la ciudad hispalense en un ambiente festivo, según informa Rocío Martínez.
Son más de 100.000 hinchas los que han llegado a la capital andaluza, muchos de ellos sin entrada, por lo que no todos podrán disfrutar este sábado del partido dentro del Estadio Olímpico de La Cartuja. La hostelería se muestra encantada y se habla de un impacto económico superior a los 50 millones de euros.
El Athletic ha solicitado a sus aficionados este viernes, en la víspera del encuentro, que se abstengan "de realizar actos o manifestaciones que se puedan considerar una falta de respeto, incluido el momento del himno (nacional) previo" al choque.
El equipo vasco lanzó un comunicado oficial, a 24 horas de la final que les medirá con el conjunto bermellón, tratando de que sus seguidores sean todo un ejemplo y no lleven a cabo la habitual pitada al himno nacional como hicieron en las anteriores finales coperas.
"El respeto es uno de los principios fundamentales del Athletic Club. Somos una institución que se enorgullece de tener una identidad única en el fútbol. Por lo que no sólo confiamos, sino que estamos seguros de la perfecta convivencia y buen talante entre nuestra afición, con los seguidores del RCD Mallorca, con la ciudad de Sevilla que nos acoge y, dentro de La Cartuja, con nuestros rivales, con el equipo arbitral y con todas las personas presentes", dice la entidad bilbaína en su nota.
"El respeto a cualquier símbolo o himno en competiciones deportivas, y los mundiales de fútbol, el rugby o el olimpismo son los mejores ejemplos, supone una muestra de educación, civismo y tolerancia que trasciende otras reivindicaciones", añade.
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