Manuel Ruiz de Lopera, el presidente del Real Betis Balompié de sus amores durante casi una década y media y firme devoto encomendado al Señor del Gran Poder y a su hermandad religioso ha fallecido a los 79 años. Se va uno de los personajes más recordados en el mundo del fútbol tras su paso por el club andaluz.
Nacido el 13 de agosto de 1944 en el barrio hispalense del Fontanal, en la periferia de Sevilla, sus primeros pasos como empresario los ejerció montando un negocio crediticio. Se dedicaba a hacer préstamos para la compra de electrodomésticos a cambio de ciertas garantías: si no se lo devolvían en el tiempo estipulado, se quedaba con su casa.
Persiguiendo las fórmulas de hacer dinero, pronto diversificaría sus activos para invertir en el sector inmobiliario, adquiriendo propiedades para hacerse con una buena porción del suelo de Sevilla.
Fue así como llegó al Real Betis Balompié en 1992, cuando se presentó con los avales bancarios necesarios para el Plan de Saneamiento del club, convirtiendo Farusa (Familia Ruiz Arévalos S.A.) en la accionista mayoritaria con un 51% de las aciones. Fue ese el inicio de la leyenda de Lopera como salvador del Betis; una leyenda que culminaría después con un cúmulo de litigios, con denuncias de accionistas béticos, parte de la afición en contra y el Tribunal Supremo sentenciando finalmente que el exdirigente nunca llegó a pagar el 31,8% de las acciones aquel 1992.
No obstante, antes de que su figura quedase empañada por las acusaciones de irregularidades y sus problemas en el banquillo, bajo su mandato en el equipo andaluz se produjeron algunos de los éxitos más importantes de la historia del club.
Dejando una retahíla de declaraciones memorables, siempre con sus estampitas religiosas en el bolsillo y con el sello de haber firmado el fichaje más caro del fútbol mundial hasta el momento, con la contratación del brasileño Denilson de Oliveira, en 2005 llevó al equipo a la conquista de la Copa del Rey, mientras en esa temporada, 2004-2005, su conjunto acabó en cuarta posición en Liga y consiguió con ello una clasificación para la Champions League.
Fue ese el inicio de lo que sería su caída libre. Desde entonces, el club entró en un declive que llegó a su máxima expresión en 2009. Tras luchar por la permanencia durante cuatro temporadas, en 2009 descendió a la Segunda División.
Con todo en contra, la afición dictaría sentencia mientras los tribunales harían lo propio después.
En este escenario, el 30 de junio de 2006 se acabó su mandato como presidente del Betis, sucediéndole José León Gómez. Este mismo año, Manuel Ruiz de Lopera era condenado por un delito contra la Hacienda Pública por su gestión al frente del club, con penas de siete meses y medio de cárcel y una multa millonaria. La Agencia Tributaria detectó irregularidades fiscales en los ejercicios de 1996 y 1997, y la sombra de la Justicia se echaba sobre él.
Tras una serie de embargos, y tras perder Lopera el control de las acciones del club, tras ser intervenido judicialmente, las investigaciones continuaron, y también las denuncias, con varios accionistas béticos acorralándole con una demanda contra Farusa en 2017 por la transformación del club en Sociedad Anónima Deportiva.
En el último avance del caso y en otro nuevo varapalo judicial, a finales de octubre de 2023 el Tribunal Supremo ratificaba que Lopera no pagó la totalidad de las acciones que adquirió en el año 1992, cuando llegó a la Presidencia del Betis.
De ese modo, desestimaba el recurso de casación promovido por la sociedad Familia Ruiz Ávalo (Farusa), perteneciente al expresidente, contra la sentencia de la Audiencia de Sevilla que avalaba una resolución previa (2017) del Juzgado de lo Mercantil número uno, declarando la nulidad de la suscripción de 36.869 acciones de la entidad verdiblanca a favor de la mencionada empresa, durante la operación destinada a transformar el club en una sociedad anónima deportiva (SAD). Entonces, le impuso a la citada entidad las costas del litigio y la pérdida del depósito constituido para su formulación.
Ya entonces, en ese inicio del litigio en septiembre de 2017, el Juzgado de lo Mercantil número uno de Sevilla decretó la nulidad de la suscripción en 1992 del 31 por ciento de las acciones del Real Betis en favor de Farusa, extremo que luego fue avalado en 2019 por la Sección Quinta de la Audiencia de Sevilla.
En los últimos momentos, Manuel Ruiz de Lopera ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica Santa Isabel de Sevilla tras ser intervenido de urgencia por problemas digestivos, tal como detallaba ‘El Desmarque’.
Ya a principios de este 2024, el expresidente del club bético estuvo ingresado por diverticulitis, una inflamación o infección de los divertículos, unas pequeñas bolsas o sacos abultados que se forman en la pared interna del intestino. Entonces, estos problemas no se solucionaron y al inicio de febrero tuvo que ser intervenido de urgencia.
Ruiz de Lopera ya adolecía del intestino. En 2017, le extirparon 50 centímetros por una obstrucción.
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