Luis Rubiales compara su caso con el artículo 155 de Cataluña y pide su archivo por sufrir “un linchamiento”

El ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales ha pedido que se archivara y sobreseyera el expediente abierto contra él por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), el cual contempla su inhabilitación durante tres años tras el beso no consentido a Jenni Hermoso y su actuación en el palco tras la final del Mundial femenino de 2023. Rubiales ha llegado a comparar el caso con el famoso artículo 155 aplicado en Cataluña en 2017, ya que ve una "coincidencia caprichosa" en el número de su expediente, el 155.

"Es evidente que no se pueden hacer paralelismos entre mi caso y la significancia y relevancia política que ha tenido hace unos años ese número, el 155. Pero sí viene a (...) que vivimos en un Estado de Derecho, y no es razonable torcer la interpretación legal para tratar de amparar una sanción extremadamente injusta y desproporcionada", recalcó.

Luis Rubiales defiende que el beso fue "consentido"

Así se defiende Rubiales en el escrito de alegaciones de 18 páginas presentado por el ex presidente ante el TAD el lunes, después de que se propusieran dos sanciones -de un año y seis meses cada una- por considerarse ambas acciones infracciones graves de la Ley del Deporte y la legislación de disciplina deportiva.

Rubiales ha denunciado que estas sanciones "no se corresponden" con lo que se estipuló en el resto del texto de la propuesta de resolución; le parecen "desconectadas" y constituyen una exigencia "arbitraria" e "injustificada", y opina que la sanción debería ser un apercibimiento, una multa o inhabilitación por un periodo de tres a seis meses.

"El fugaz beso (no en la boca sino) en los labios, fue consentido, y quien diga lo contrario, está faltando a la verdad. Todo lo expuesto por mí hasta la fecha ha sido mi única versión y así será. Las pruebas visuales, conductuales, incluso las declaraciones espontáneas de ambas partes tras lo sucedido así lo indican", repitió, tratando de desmontar la versión aportada por Jenni Hermoso en sus declaraciones ante la Fiscalía.

Rubiales subraya que tanto el acuerdo de incoación como la propuesta de resolución ponen de relieve que aún hay "extramuros del ámbito disciplinario deportivo el carácter consentido o no del beso", por lo que las noticias que figuran en el informe referentes al 'beso forzado', 'impuesto', 'no solicitado', 'no deseado' o 'robado' no se podrían, a su juicio, tomar en consideración.

Luis Rubiales denuncia un "linchamiento"

El expresidente de la RFEF denunció la "teatralización bestial", la "demagogia brutal" y el "linchamiento" al que ha estado expuesto mediáticamente por varios factores. "Uno, que cometí un error. Dos, que iban a por mí desde hace tiempo. Tres, que le vino muy bien a algún sector radicalizado de la política española. Cuatro, que este asunto constituía, sin duda, un filón mediático", resumió.

Alegó en todo momento que "contaba", supuestamente, con el "consentimiento" de Hermoso, a pesar de que le dio el beso no solicitado tras pedírselo y sin esperar su respuesta. Lamentó los cambios de versiones a la hora de exculpar delitos o "cuando no los hay, pero se pretende teatralizar y llevar la presión al máximo extremo para señalar y criminalizar".

"En mi caso, muchos han cambiado de la opinión privada a la pública (otros callan, que es más seguro). También están los que han modificado su versión, ellos sabrán porqué. Algunos han querido utilizarme espuriamente para criminalizar un acto de alegría y celebración, mutuo y consentido. Sencilla y llanamente, yo pregunté y ella me dijo 'Vale'. Punto y final. Ustedes no pueden demostrar lo contrario. Ni ustedes ni nadie porque lo que digo es la verdad", sentenció.

Luis Rubiales defiende que fue un acto "espontáneo"

En su escrito defendió que ni el gesto ni el beso fueron "contrarios a la dignidad y decoro deportivos", que en el caso del primero no fue un acto "machista" y que una amonestación puede ser una sanción "incluso dura" pero que "puede resultar admisible y justa".

También admitió que debió dejar pasar la oportunidad de besar a Hermoso, pero insistió en que fue un gesto "mutuo" y "espontáneo", que acababa de ganar el primer Mundial femenino de fútbol de la historia, que no tuvo nada que ver con la competición deportiva y que no puede ser sancionado "con la ley en la mano".

Por último, defendió que había sido un gran defensor de la igualdad de género en el fútbol al profesionalizar el cuerpo técnico de la selección femenina, alcanzar un "histórico acuerdo" sobre las primas a las jugadoras internacionales y aumentar el presupuesto de 2,7 a 27 millones de euros, entre otras cuestiones importantes.

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