Jorge Vilda, exseleccionador de España de fútbol femenino, ha negado este martes ante el juez de la Audiencia Nacional que coaccionase a la jugadora Jennifer Hermoso a raíz del caso derivado del beso en la cara que le dio Luis Rubiales durante la entrega de medallas del Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
El entrenador, sgún fuentes jurídicas citadas por Europa Press, ha negado que recibiese instrucciones o que presionase al hermano de la jugadora, aunque sí que ha reconocido que se acercó para hablar con él en el avión de vuelta del propio Mundial.
A ese respecto, ha expresado que si se aproximó a este último fue porque tiene mucho cariño a la jugadora, negando cualquier coacción hacia ella tras estallar el caso, que llevó a Luis Rubiales a dejar el cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), aunque no sin reticencia y oposición.
Así, esta versión contrasta con lo manifestado por el hermano de Jennifer Hermoso, que aseguró ante el juez que recibió presiones por parte del propio Vilda tras el beso del motrileño.
La propia futbolista, en su primera declaración ante la Fiscalía --adelantada por el programa 'Código 10'-- también denunció coacciones del propio exseleccionador, del que aseguró que "estaba dando vueltas al avión para intentar hablar" con su familia.
"Me dicen que (Vilda) lleva dando dos vueltas al avión para seguramente hablar con mi familia. Y pues (fue) a la tercera, porque mi hermano estaba dormido. Dicen que pasó una vez, pasó otra, hasta que ya le vio despierto y se puso a hablar con mi hermano. Ya me dijo ahí mi compañera Misa (Rodríguez) que estaba hablando Jorge con mi familia", aseguró ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez.
Destituido el pasado 5 de septiembre, más allá de Jorge Vilda, que ha llegado en torno a las 09:45 horas al tribunal y ha salido dos horas más tarde de sede judicial, en el marco de la investigación que pesa sobre Luis Rubiales también ha declarado el director de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, quien también ha negado que participase en las coacciones que investiga el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1, Francisco de Jorge.
Según las citadas fuentes, Rivera habría explicado que su trabajo era trasladar la información de la RFEF a las propias jugadoras y, además, ha negado que hablase con Rubiales o que éste le diese ningún tipo de indicación.
En este contexto, las mismas fuentes también han señalado que Rivera aportó el pasado viernes al Juzgado decenas de mensajes de WhatsApp que habría intercambiado con varias jugadoras de la selección femenina.