Luis Rubiales y su comportamiento en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda siguen generando polémica. Sus gestos en el palco y su beso en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso durante la entrega de medallas a las campeonas del mundo siguen dando la vuelta al mundo, y la última reacción ha llegado por parte de los jugadores de la selección masculina, que por primera vez han rechazado su comportamiento en un comunicado al que el de Motril no ha dudado en contestar.
"Entre todos los jugadores nos hemos puesto de acuerdo para escribir el siguiente comunicado. Una vez concentrados en Las Rozas, los jugadores de la selección queremos subrayar varias cuestiones a propósito de los últimos acontecimientos que han perjudicado a la imagen del fútbol español", comenzaba Álvaro Morata, primer capitán de la selección española de fútbol, dando voz al comunicado que leía públicamente ante los medios.
“Queremos trasladar una vez más nuestro orgullo y nuestra más sincera felicitación a la selección femenina por el título de campeonas del mundo en Sídney, un hito histórico cargado de significado que marcará un antes y un después en el fútbol femenino español, inspirando a muchísimas mujeres con un triunfo de un valor incalculable”, recalcaba, antes de continuar refiriéndose expresamente a Luis Rubiales, con Rodri Hernández, César Azpilicueta y Marco Asensio a su lado, y con el resto de internacionales presentes en la sala.
“Queremos rechazar lo que consideramos unos comportamientos inaceptables por parte del señor Rubiales, que no ha estado a la altura de la institución que representa”, subrayaba en nombre de todos, añadiendo que se sitúan “de manera firme y clara del lado de los valores que representa el deporte".
“El fútbol español debe ser motor de respeto, inspiración, igualdad y diversidad. Debe dar un ejemplo en sus conductas tanto dentro como fuera del campo”, añadía el comunicado, en el que los jugadores han apuntado que ahora afrontan una concentración "decisiva para el futuro del fútbol español" de cara a sus aspiraciones de estar en la Eurocopa de Alemania del año que viene, expresando su deseo de que desde este momento se puedan "centrar en cuestiones deportivas ante la relevancia de los retos” que tienen “por delante".
Tras este comunicado, Luis Rubiales, que recientemente abrió una cuenta en ‘X’, –red social antes conocida como Twiter–, para tener otra vía desde la que expresarse, –como hiciese para emitir su respuesta a la decisión del TAD y las palabras del Gobierno exigiendo su inhabilitación como presidente de la Real Federación Española de Fútbol–, ha contestado a los jugadores de ‘La Roja’.
Lo ha hecho sin nombrarles directamente y utilizando un fragmento de vídeo de la serie española ‘Merlí: Sapere Aude’, compartiendo concretamente un clip titulado ‘Carpeta verde o roja – Presión Ambiental’.
En él, la actriz María Pujalte, que en la producción interpreta a una catedrática de Ética, para exponer una explicación pragmática a sus alumnos y, de paso, dar una lección particular a quienes llegan tarde a clase, decide llevar a cabo un peculiar experimento.
Concretamente, acuerda con todos los alumnos presentes en el aula que si alguien entraba tarde a clase iba a preguntar de qué color es su carpeta verde, señalando que entonces todos habrían de contestar que era roja.
De este modo, cuando en el avance de la secuencia un alumno entra en el aula disculpándose, disimuladamente la catedrática sigue dando clase hasta que, pasados unos segundos, lanza la pregunta: ¿De qué color es esta carpeta?
Uno a uno, los estudiantes comienzan a contestar entonces que es roja, hasta que, –nueve contestaciones de alumnos después, y todas en ese sentido–, el turno llega para el que llegó tarde a clase.
"¿Y usted?", le pregunta la profesora, a lo que este responde: “Eh… roja”, desatando las carcajadas de sus compañeros mientras él, en la secuencia, mira a todos con cara de incredulidad.
“A ver, está claro que la carpeta es verde, y han sido testigos directos de la debilidad del ser humano cuando es sometido a la presión ambiental, incluso en lo que se refiere a la percepción física”, explica la catedrática interpretada por María Pujalte en esta secuencia.
“Según Nietzsche, el mundo puede dividirse entre dos tipos de personas: las que siguen sus propios deseos y las que siguen el deseo de los demás. Las primeras son fuertes y no se dejan gobernar por nadie. Y las segundas son débiles, y se limitan a hacer lo que dicen y hacen los demás”, continúa explicando, tras los intentos del alumno por justificarse.
Al final de la secuencia, la profesora apunta que “somos muy sumisos y acabamos admitiendo las ideas de la mayoría”, destacando que “incluso en Alemania la gente fue capaz de creer lo que repetía una y otra vez la propaganda nazi”.
“Ya lo decía Kant con toda su amargura: el ser humano es el único animal que necesita un amo para vivir”, termina la catedrática, recordando al filósofo prusiano.
De este modo, Luis Rubiales parece querer hacer suyas estas palabras para trasladar un mensaje que ya ha sido entendido por muchos como una denuncia hacia aquellos que, “por presión ambiental”, consideraría que se están manifestando contrariamente a lo que de verdad piensan.