El árbitro Christian Verdicchio no deja de recibir elogios por su providencial actuación durante el último encuentro entre el Adelaide United y el Campbelltown City, y no precisamente por su desempeño en el papel de colegiado, sino por la forma en que se apresuró a socorrer al futbolista Nestory Irankunda, de 17 años, después de desplomarse repentinamente sobre el terreno de juego.
El prometedor jugador oriundo de Tanzania quedó tendido en el césped tras un choque con un rival en un lance fortuito que, a priori, no parecía tener mayor importancia. Sin embargo, el colegiado, que estaba muy cerca de la acción, se percató inmediatamente de que algo iba mal y que el jugador, de hecho, no podía respirar.
Corriendo hacia él, el resto de sus compañeros se dieron cuenta entonces de que la situación era verdaderamente grave, con varios de ellos clamando con sus gestos por la aparición de los servicios médicos.
Con el encuentro paralizado y los futbolistas sobrecogidos, Christian Verdicchio, –árbitro del encuentro que enfrentaba en el partido de vuelta al Adelaide United de Nestory Irankunda, que en ese momento ya había anotado el primer gol del partido, y el Campbelltown City en la la National Premier Leagues South Australia (NPLSA)–, reaccionó para salvarle la vida.
“Estaba sin aliento”. “Le di la vuelta, traté de sacarle la lengua y una vez hecho eso, lo mantuve allí de lado”, ha contado en declaraciones recogidas por 7News, en la que explica que ha visto anteriormente a otros jugadores cayendo al suelo sin poder respirar, pero señalando que esta vez “fue algo diferente” y que sabía que la situación era grave.
Con Irankunda inconsciente en el suelo, fueron varios minutos de tensión los que se prolongaron hasta que consiguieron que volviese a reaccionar, abandonando finalmente el campo por su propio pie para recibir atención del personal médico.
“Probablemente pronto volverá al campo”, ha dicho Verdicchio, quien además, en el capricho del destino, es también doctor experto en reanimación cardiaca. Feliz de que todo haya acabado en un susto tras su intervención, ahora el prometedor futbolista, el cuál sonó para el Bayern de Múnich y que cuando cumpla los 18 años probablemente deje la liga australiana para dar el salto a algún club europeo, se encuentra bien.