Josiah Harrell, luchador de artes marciales mixtas del peso welter de la UFC con un récord de 6-0, ha logrado sobrevivir al que podría haber sido su último combate gracias a una revisión médica previa al mismo. Dichas pruebas médicas son menester en una profesión que implica tantos riesgos para la salud.
El atleta tenía previsto enfrentarse a Jack Della Maddalena tras haber dado el peso para UFC 290, pero tuvo que retirarse después de que una resonancia magnética realizada justo antes del combate le detectara una enfermedad rara y que podría haber derivado en serias complicaciones.
El trastorno en cuestión se conoce como la 'enfermedad de Moyamoya'; una afección rara que afecta a los vasos sanguíneos del cerebro, los cuales se estrechan gradualmente, reduciendo el flujo de sangre hacia el mismo. De no tratarse debidamente, este trastorno puede provocar problemas como accidentes cerebrovasculares (también conocidos como derrames cerebrales) y otros daños a ese órgano.
Por este motivo, Harrell tendrá que enfrentarse a una intervención inmediata para poder deshacerse de su enfermedad.
Afortunadamente, debido a que dicha afección se le diagnosticó a tiempo, los expertos médicos han logrado salvar la vida del luchador y, ya que las intervenciones suelen tener buenos resultados, muy probablemente podrá volver a entrenar pronto.