La perseverancia y la entrega de Bou Samnang, atleta camboyana de 20 años, ha dado ya la vuelta al mundo después de que se haya convertido en viral su participación en los Juegos del Sudeste Asiático, donde pese a estar bajo un tremendo aguacero, mermada físicamente y en última posición, nunca dejó de correr hasta llegar a la meta.
En esos momentos, la joven competía en la prueba de 5.000 metros femeninos. Bajo la intensísima lluvia, las gradas ya estaban prácticamente vacías y sin público. Samnang iba la última y, pese a que para muchos todo ya estaría todo perdido en esas circunstancias, para ella había razones de sobra para seguir luchando; para no dejar de correr hasta alcanzar la meta.
Tardó 22 minutos y 54 segundos en cruzarla, y al hacerlo no pudo evitar estallar en llanto, levantando sus manos para agradecer su presencia a los pocos espectadores que quedaban. Entre ellos, algunos representantes del Comité Olímpico Internacional, que no pudieron sino aplaudirla y ovacionarla.
Haciendo un gesto de rezo o perdón, la joven alzó después la bandera de su país en medio de la lluvia torrencial que estaba cayendo.
Tras finalizar la prueba, Samnang llegó a expresar que no sabía ni que estaba yendo la última porque de la lluvia que estaba cayendo no veía lo que tenía delante, pero que en ningún momento iba a desfallecer por su país, y porque quería demostrar que en la vida, más rápido o más despacio, siempre se pueden alcanzar nuestras metas.
Su historia, de hecho, ha conmovido tanto que el primer ministro del país le ha regalado 9.000 euros que ella va a emplear en saldar las deudas de su familia.