El esloveno Luka Doncic, jugador insignia de los Dallas Mavericks y canterano del Real Madrid Baloncesto, ha emocionado a los usuarios en las redes sociales con su noble gesto y sus palabras de desconsuelo y dolor ante la masacre acontecida recientemente en la escuela de Belgrado en la que un joven, identificado como Kosta Kecmanović, de 13 años, mató a ocho niños y un guardia de seguridad.
“Mi corazón está roto por la tragedia y las vidas inocentes de los niños fallecidos. Mis pensamientos están con las familias de las víctimas y toda la nación”, escribía el jugador de la NBA en un breve comunicado en el que precisaba que va a ofrecer todo el apoyo posible a las víctimas y los afectados por el terrible tiroteo.
“Mi fundación, con motivo de este trágico suceso, brinda apoyo a todas las familias, estudiantes y maestros de la escuela primaria ‘Vladislav Ribnikar’”, señala, mencionando al centro educativo en el que se produjeron los hechos y expresando sus condolencias tanto en serbio como en inglés.
“Belgrado, os apoyo y estoy con todos vosotros durante este momento difícil. A través de la fundación ‘The Luka Doncic Fundation’ estoy explorando formas tanto inmediatas como a largo plazo para ayudar a los estudiantes, profesores y familias afectadas por el tiroteo”, ha señalado en Twitter, donde subrayaba: “Estoy comprometido y continuaré compartiendo actualizaciones y formas de apoyo a medida en que haya más detalles disponibles”.
Muy afectado por lo acontecido, el esloveno tiene familia serbia. Su padre, Sasa, aunque es esloveno de nacimiento, nació en Sempeter pri Gorici, en la antigua Yugoslavia, por lo que tienen importantes lazos con la región.
Tras lo sucedido, el exjugador del Real Madrid se hará cargo de todos los costes asociados a los funerales de las víctimas del tiroteo, ayudando también a todos los afectados por la masacre.
Belgrado, entre tanto, permanece en estado de shock. Kosta Kecmanović, con solo 13 años, se adentró en la escuela de ‘Vladislav Ribnikar’, en el barrio de Vračar, armado con dos armas registradas que le había robado a su padre. Eran las 8:00 de la mañana del pasado miércoles cuando, instaurando el terror y sembrando la tragedia, comenzaría a disparar perpetrando la masacre.
Primero acabó con la vida de un guardia de seguridad. Después, tras adentrarse en la clase de Historia, –asignatura en la que recientemente había sacado una mala calificación en un examen pese a ser conocido hasta entonces como un estudiante modélico y “empollón”–, comenzó a abrir fuego. Uno a uno, mató a ocho compañeros, dejando heridos a otros seis alumnos, –varios en estado grave–, y a la profesora de Historia, a la que provocó una herida en el cuello.
Cuando llegaron las autoridades, le encontraron en el patio, donde consiguieron reducirle y detenerle. Consigo llevaba, además, una mochila en cuyo interior había botellas con líquido inflamable, aunque afortunadamente no le dio tiempo a usarlo, porque de lo contrario todo hubiera sido todavía peor.
El adolescente lo tenía todo preparado desde hacía un mes. No solo había trazado planos de la escuela y sabía perfectamente qué estudiantes se encontraban en clase. Además, había hecho una lista en la que precisamente había apuntado los nombres de los alumnos a los que iba a asesinar.
Tras los hechos, su padre, un conocido radiólogo, propietario de las pistolas que utilizó para la masacre, también fue detenido.
Kosta, por su parte, fue trasladado e internado en una clínica psiquiátrica. Por su edad, al no haber cumplido todavía los 14 años, la Justicia serbia no va a poder imputarle los nueve delitos de asesinato.