Alberto Lejárraga, portero titular del Marbella, se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del ascenso de su equipo a la 2ª REF, cuarta categoría del sistema de ligas de fútbol masculino en España. Lo ha sido no solo por sus intervenciones como guardameta para llevar al club a lo más alto, sino también por su emotiva celebración, en la que se fundió con un beso a su novio al tiempo en que hacía pública su homosexualidad en las redes sociales.
“¡Muchas gracias por estar siempre a mi lado, en las buenas y en las no tan buenas! ¡Esta vez nos tocó vivir lo bonito de esto! Gracias”, escribía en Twitter, acompañando su mensaje de varias fotografías en las que se le puede ver besando a su pareja y rodeado de su familia.
La imagen, que no ha tardado en viralizarse, no ha dejado de generar reacciones de múltiples usuarios aplaudiendo su gesto, muy poco frecuente en el mundo del fútbol masculino, donde durante demasiado tiempo ha persistido el miedo de muchos jugadores a expresar públicamente su homosexualidad, especialmente ante los mensajes de odio que todavía lastran particularmente a este deporte.
“El amor gana”, escribía un usuario contestando a su publicación, mientras otros tantos se pronunciaban en la misma línea, alabando igualmente su extraordinario trabajo para llevar al Marbella a lo más alto de su división: “Gran triunfo trabajado y muy merecido. Te quiero por ser como eres, valiente, honrado, respetuoso, inteligente. Te mereces todo lo bueno que te depare el futuro y siempre estarás apoyado por las personas que te quieren de verdad. Miles de besos”.
“22 porterías a cero de 30 partidos. Casi nada. ¡Enhorabuena!”, recordaban los usuarios en Twitter, donde Lejárraga, que además de portero es licenciado en Ingeniería Informática, no ha dejado de recibir elogios.
Su gesto, al que ya muchos medios se refieren como ‘el beso del ascenso’, ha dado ya la vuelta al mundo traspasando las fronteras de España, con distintos portales digitales señalando que se trata de una reivindicación por la igualdad y la diversidad que rompe tabúes en el mundo del fútbol; unos tabúes que, afortunadamente, cada vez se resquebrajan más.
Ahora, la foto del madrileño de 28 años, –canterano del Alcorcón, con trayectoria en el Navalcarnero, el filial del Granada, el Real Murcia o Las Rozas además del Marbella, donde recaló en 2021 y ha sido el portero menos goleado del grupo IX–, no deja de celebrarse en las redes.