En vacaciones lo paso fatal porque no tengo dinero para hacer planes con mi pareja
"Mi autoestima está por los suelos y a veces pienso que mi novio se merece algo mejor"
El dinero que tenemos en la cartera no determina nuestro valor, pero si influye en nuestro bienestar psicológico
Llega el verano y con él, los planes y las merecidas vacaciones ya sea con amigos, con la familia o en pareja. El problema es que hay quienes no pueden permitirse gastar mucho dinero y lo pasan mal. Es el caso de Bianca, una chica de 19 años agobiada porque no puede apuntarse a todo lo que le gustaría con su novio.
El caso de Bianca (19 años):
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"Llevo con mi chico desde primero de bachillerato y nuestra relación es genial. Ambos nos queremos mucho, nos respetamos y disfrutamos muchísimo estando juntos, pero sin dejar de lado nuestra independencia.
Estudiamos en ciudades diferentes, él en Granada y yo en Madrid, y nos vemos un par de veces al mes. Al ser una relación a distancia, inevitablemente lo pasas mal. Aunque ambos seamos muy autosuficientes en el sentido de necesitar nuestro espacio a solas, nos echamos un montón de menos y cuando nos vemos somos tan empalagosos como cuando empezamos a salir.
El fin de semana va a venir a Madrid a verme, y yo estoy empezando a agobiarme porque no tengo dinero para hacer ningún plan. Había pensado ir a un restaurante italiano que le encanta, pero es caro y me sabe mal que invite él cuando ha pagado los billetes de tren para venir a verme aquí.
Me gustaría poder invitarle a algo, pero es muy difícil. Soy estudiante medicina y no tengo tiempo para trabajar de otra cosa. Entre las clases teóricas y las actividades prácticas me parece inviable buscar un trabajo. Sé que hay gente que lo hace y les envidio por poder compaginarlo todo, yo soy incapaz.
Mis padres me ayudan económicamente, pero yo no puedo evitar sentirme muy culpable. Sobre todo cuando veo a mis amigas gastándose 50 euros cada vez que salen de fiesta o saliendo de compras una vez a la semana y renovando su armario. Ahorro todo lo que puedo y aun así me cuesta.
Toda esta situación me hace sentir fatal. Mi autoestima está por los suelos y a veces pienso que mi novio se merece algo mejor".
¿Guardan relación la economía y la felicidad?
Todos hemos escuchado alguna vez la frase de "el dinero no da la felicidad" pero siendo realistas, ¿cuánto tiene de cierto?
Si bien tener dinero no te proporciona automáticamente alegría y bienestar, sí que lo facilita de forma indirecta y negarlo sería tan hipócrita como falso. En primer lugar, te permite dedicar más tiempo al ocio. Ir al cine una vez a la semana, salir a cenar un viernes cualquiera, ir de cañas con tus amigos o hacer una 'escape room' de vez en cuando son actividades que para muchas personas suponen un lujo.
Por supuesto que hay muchas actividades divertidas y placenteras que o bien cuestan poco, o bien son gratuitas, pero muchas veces tenemos que adaptarnos a lo que nuestros amigos proponen y rechazar planes que tu círculo social sí se puede permitir es devastador para nuestra autoestima.
Una buena economía no sólo mejora nuestro ocio, sino también nuestra salud mental. ¿Cuántas personas conoces que quieren ir al psicólogo pero no pueden pagarlo? Aunque hay muchas opciones asequibles o gratuitas como, por ejemplo, la Seguridad Social o las asociaciones para personas con pocos ingresos, lo ideal sería tener un salario digno que nos permitiese pedir ayuda cuando la necesitamos.
La relación entre la economía y la felicidad no sólo se limita al ámbito de la salud mental, sino que también afecta a otras especialidades. Psiquiatras, ginecólogos, dermatólogos… Una cita por la vía pública puede demorarse meses, y por la privada puede costar entre 50 y 100 euros. Todo esto sin tener en cuenta aquellos asuntos de salud que no cubre la Seguridad Social como las revisiones dentales o de la vista. Cambiar la graduación de unas gafas puede costar unos 100 euros, y un paquete de lentillas asciende a 60 euros aproximadamente.
Consejos para gestionar la situación
El dinero que tenemos en la cuenta del banco puede influir en muchas cosas de nuestro día a día, pero en ningún caso determina nuestro valor. Una persona es mucho más que el número de billetes que hay en su cartera, y quienes de verdad te quieren lo hacen porque disfrutan de tu compañía ya sea en un restaurante italiano caro o en casa comiendo pizza del supermercado.
Lo ideal sería tener a nuestro alcance cualquier plan, pero para ello es necesario un salario digno, alquileres asequibles, becas que premien el esfuerzo de los universitarios y poder compaginar los estudios con el trabajo, y esto no depende de nosotros. No dejes tu autoestima en manos de factores externos a tu voluntad. Mientras se logran todos estos avances sociales, hay alternativas asequibles y románticas, y también regalos caseros con materiales que tienes en casa. También podemos aprovechar nuestras habilidades creativas y diseñar una ilustración, componer una canción o preparar una receta especial.
El Día de Reyes, San Valentín o las vacaciones no son cenas en un restaurante de lujo, viajes por todo lo alto o un regalo de 50 euros, sino una oportunidad para reforzar la comunicación, el cariño, la intimidad y la confianza con tu pareja, y para eso no hace falta dinero.