Los sistemas antirrobo de los vehículos actuales son cada día más sofisticados gracias a la tecnología. De las clásicas barras en el volante se ha pasado a unos sistemas mucho menos intrusivos como es el caso de la localización por GPS, pero hay prácticas, como la de la botella, muy sencillos que debes conocer.
En la actualidad, según recoge 'ElMotor', los sistemas antirrobo se dividen en dos bloques: los activos, que se encargan de la disuasión (como la alarma y localización remota), y los pasivos, que impiden la puesta en marcha, como el inmovilizador.
No obstante, los coches se siguen robando, en España unos 37.000 al año, y las artimañas de los ladrones son de lo más sencillas y, finalmente, consiguen llevarse artículos del interior de los vehículos en cuestión de minutos, además del coche en sí.
En esta línea, encontramos trucos, de los que alerta la Policía, como el de la botella de plástico que consiste en meter en la rueda, generalmente la del copiloto, una botella, ya sea en el eje delantero o el trasero. Una vez que el conductor, que no se ha percatado de su existencia, inicia la marcha y escuchará un ruido que le hará para el coche para ver cuál es el problema.
Lo habitual, es que el conductor baje del vehículo dejando este encendido y la puerta abierta. Es en ese momento cuando los ladrones aprovechan para sustraer o bien objetos del interior o llevarse el coche. En este caso, la recomendación como medida de precaución sería no bajar del vehículo dejándolo encendido y abierto.