La imagen es cuanto menos insólita. La de una vaca voladora. La altura no impresionó mucho a la vaca mientras sobrevolaba los Alpes suizos en helicóptero.
Tenía lesionada una de las patas y no podía bajar de las montañas por su propio pie. Por eso, tuvieron que recurrir a un arriesgado atajo para reunirla con el resto del ganado.