Alba Carrillo sorprendió la semana pasada al anunciar su intención de volver a ser madre. La colaboradora de Telecinco desveló que quería darle un hermano o hermana a Lucas, el hijo de 10 años que tiene fruto de su relación (2010-2012) con el ex piloto de motociclismo y ahora DJ, Fonsi Nieto.
Un proceso por "inseminación artificial y con un donante anónimo" que planea empezar ya, contó la hija de Lucía Pariente, mientras comentaba el paso de su madre por el reality Secret Story.
"Mis padres van a estar a mi lado y ayudándome. No estamos mal económicamente, pero vamos a hacer un poco de hucha", explicó en el plató de Sálvame, donde participa como tertuliana:
La ex concursante de Supermodelo y Supervivientes 2017, congeló sus óvulos "en enero del año pasado", antes de cumplir los 35 años, "porque me recomendaron que lo hiciera antes de esa edad", ha ampliado hoy en Ya es mediodía, el otro programa en el que colabora:
Alba Carrillo decidió hacerlo por su deseo de ser madre de nuevo aunque no tenga pareja actualmente. La ex del tenista Feliciano López ha roto recientemente su última relación conocida, con el presentador Santi Burgoa.
"Lo más maravilloso que me ha pasado en la vida ha sido tener a mi hijo, porque soy muy maternal. He decidido hacer esto sola porque ya he pasado por un divorcio y quiero ser yo la única responsable de mi hijo en todos los sentidos. Lo digo porque veo a muchas amigas empeñadas en encontrar pareja para ser madres y creo que el amor y la maternidad no tienen por qué ir unidos", ha insistido Alba Carrillo, que ya planeaba quedarse embarazada este otoño, "pero mi madre se metió en La casa de los secretos y no pudo ser".
"Ahora voy a tranquilizarme y espero poder ser madre a corto plazo. Ya os avisaré si me quedo embarazada, igual veis que vengo con mala leche o que tengo algún antojo", bromeaba hoy con la presentadora Sonsoles Ónega y sus compañeros de programa.
Alba Carrillo aprovechó para decir que el proceso de congelación de sus óvulos fue "muy duro, de verdad, tengamos mucha más empatía con las mujeres que donan óvulos porque lo hacen de manera generosa. Me parece bueno que se sepa y se le dé naturalidad", añadió.
"Estoy animando a todas mis amigas, porque nunca se sabe lo que te depara el futuro, igual no encuentras al hombre de tu vida, y la capacidad reproductiva de las mujeres caduca".
La tertuliana ha dado así visibilidad con su testimonio al tema de la congelación de óvulos, que cada vez hacen más mujeres, muchas de ellas famosas, pero sobre el cual todavía hay mucho miedo y desconocimiento.
La presentadora Paula Vázquez (46 años) fue una de las primeras famosas españolas que confesó haber congelado sus óvulos, en 2015, cuando tenía 40. "Me he quitado un peso de encima", dijo entonces. El mismo año que la actriz Norma Ruiz, que fue madre el pasado mes de abril, con 38 años. La periodista deportiva y ex concursante de GH VIP Irene Junquera también congeló sus óvulos en 2020, a punto de cumplir los 35, la misma edad que Alba Carrillo.
Otras famosas internacionales que lo han hecho son Janet Jackson (tiene una niña llamada Eissa), Celine Dion (madre con 41 años de un óvulo congelado 8 años atrás), Sofía Vergara (lo hizo con 39 aunque luego los destruyó), Eva Longoria (madre con 42) o Jennifer Aniston, aunque esta última nunca lo ha confirmado.
Mujeres que quieren ser madres, o no lo tienen claro, pero no prevén serlo antes de los 38 o 40 años.
La Sociedad Española de Fertilidad apunta que no existe un perfil concreto: "En 2018 el 27% vitrificó por causa médica, principalmente por tratamientos asociados al cáncer [la quimio y radio producen daños en los óvulos] y el 73% para retrasar la maternidad", porque no tienen pareja estable o creen que aún no es el momento adecuado, explicó la doctora Flavia Rodríguez, directora médica de Eugin Barcelona, a la revista SModa. España es uno de los países en los que las mujeres tardan más en ser madres, superando los 32 años. En general, el perfil de mujer que congela sus óvulos es el de una mujer soltera, heterosexual, de unos 37 años, con un alto nivel educativo. Y entre todas las profesiones las que tienen mayor porcentaje son las sanitarias".
Además de las citadas anteriormente -causa médica o preservar la fertilidad-, algunas mujeres lo hacen por razones ético-morales (no se desea congelar embriones en ciclos de fecundación in vitro) o aumentar las posibilidades de embarazo en mujeres con poca reserva ovárica.
Se puede hacer a cualquier edad, no hay límite, ya que depende de la fertilidad de cada mujer. Pero los médicos recomiendan hacerlo antes de los 35-37, ya que la calidad del óvulo empieza a caer a partir de esa edad.
Flavia Rodríguez sostiene que "si no hay una enfermedad, no aconsejamos vitrificar a los 18 años. Porque la probabilidad de que una mujer vaya a utilizar esos óvulos en un futuro es muy baja. Aconsejamos hacerlo alrededor de los 30 años". En cuanto a la época del año, la tranquilidad de la época estival es idónea para someterse a la vitrificación.
El proceso dura unas dos semanas de media y consiste en una estimulación ovárica con una medicación pinchada de hormonas. El objetivo es obtener al menos entre 10 y 20 ovacitos. Cuanto más mayor es la mujer, más número de ovocitos se recomienda vitrificar, ya que la calidad es menor.
La paciente es controlada mediante ecografías en los días previos a la ovulación y, justo antes de ésta, se le realiza una punción folicular, por vía vaginal, para extraer los ovocitos maduros, que después se vitrifican en el laboratorio de Fecundación In Vitro (FIV), informa Quirón Salud.
La paciente está dormida o sedada durante todo el proceso de punción vaginal, cuya duración ronda los 15 minutos.
La técnica es similar a la utilizada en la fecundación in vitro. Una vez se extrae el líquido folicular, se transfiere a tubos de ensayo que se llevan al laboratorio. Allí los óvulos son seleccionados y se someten a congelación ultrarrápida para garantizar su calidad. Después, se conservan a – 196ºC en contenedores de alta seguridad rellenos de nitrógeno líquido y cumpliendo con los estrictos estándares que marca la normativa europea UNE", indican en el laboratorio de fecundación in vitro (FIV) del Instituto Bernabeu que cuenta con unas tasas de supervivencia de gametos y embriones que superan el 90%.
En mujeres menores de 37 años, la tasa de embarazo con ovocitos desvitrificados está entre un 45-55%. En general, la tasa de embarazo por transferencia de embriones utilizando ovocitos congelados oscila entre un 30-50% por ciclo, aunque depende de las características de cada mujer. La tasa de supervivencia de óvulos congelados es de un 80% en mujeres jóvenes.
El precio del tratamiento oscila entre los 2.000 y 3.000 euros. Algunas clínicas incluyen también otros costes como el mantenimiento anual de los ovocitos congelados que puede rondar los 300 euros. Al final, todo el tratamiento puede costar más de 4.000 euros.
El tratamiento en sí puede conllevar molestias o algo más grave como una infección tras la punción, pero a la larga no afecta a la salud ni a la fertilidad.
Al menos, tres análisis. Uno para descartar posibles patologías ginecológicas que dificulten la ovulación. Otro para detección de enfermedades infecciosas y una prueba para determinar la reserva ovárica.
Existen dos métodos para congelar los óvulos: la congelación lenta y la vitrificación. La primera es la técnica que se ha utilizado de forma tradicional en todos los laboratorios de fecundación in vitro (FIV). Sin embargo, las tasas de supervivencia de este método lento después de la descongelación eran muy bajas y, por ello, hoy en día ha sido prácticamente sustituido por la técnica ultrarrápida conocida como vitrificación. Esta presenta múltiples ventajas frente a la congelación lenta de óvulos, como una tasa de supervivencia y de implantación de embriones mayor (90%) y un riesgo menor de cristalización y criofractura de los óvulos. El único inconveniente es que la vitrificación es una práctica muy laboriosa y que necesita mucha experiencia por parte del embriólogo que la lleva a cabo, informan desde Reproducción Asistida Org.
La calidad de un óvulo joven siempre es superior a la de otro mayor. Pero si una mujer de 37 a 40 años tiene óvulos de buena calidad, puede dar a luz a un bebé igual de sano, explican en la clínica Dexeus.
No. En principio se pueden conservar de forma indefinida. En un entorno controlado, los óvulos pueden mantener su capacidad reproductiva durante años.
Antes del tratamiento, se requiérela firma de documentos con las distintas opciones: destruirlos cuando ya no se necesiten (como hizo Sofía Vergara), donarlos (solo si tienes menos de 35 años en el momento de la vitrificación) o destinar a investigación.