La historia de Tao y Puppy Oko es la historia de una bonita amistad entre dos perros que ha traspasado fronteras y corazones.
Tao es un Golden retriever de 11 años que quedó ciego hace un año, esto no le ha impedido seguir siendo un perro feliz, algo que tiene que agradecer a su joven compañero Puppy Oko, de 16 semas.
El pequeño Puppy se ha convertido en el perro guía de Tao a quien ayuda a manejarse en el mundo pese a la oscuridad de sus ojos. La dueña de los canes, Melanie Jackson, de Somerset, Inglaterra, asegura que la pareja tienen un vínculo especial, algo que no duda en compartir a través de su cuenta de Instagram y donde se puede ver a los animales inseparables.
Tao perdió la vista debido a un glaucoma en 2019, por lo que su dueña decidió buscarle un amigo de juegos, entonces apareció en sus vidas Oko, con tan solo ocho semanas de vida y desde entonces se volvieron uno.