Invade las redes sociales, ocupa las portadas de las guías turísticas pero nadie cuenta la historia que hay detrás de la foto más famosa de Noruega, la tomada desde el mirador Trolltunga en la región de Hordaland a 11 kilómetros de distancia del municipio de Odda.

El nombre de este mirador significa en noruego “lengua de troll” y es uno de los sitios turísticos por excelencia dentro de Noruega, reclamo de miles de visitantes al año. Sin embargo, poco se habla del esfuerzo por llegar hasta este paraje idílico que parece sacado de cuento.

El acantilado está situado a unos 1.100 metros sobre el nivel del mar, por lo que la formación rocosa queda suspendida fuera de la montaña, por eso la realización de fotografías en este punto es tan peligroso, porque la caída es de más de 700 metros sobre el lago Ringedalsvatnet. Ese fue el caso de una joven australiana que falleció tras precipitarse al vacío.

La caminata hasta llegar a este punto es de una dureza extrema, 22 kilómetros de recorrido por unos parajes que no se encuentran acondicionados y un emplazamiento en el que las condiciones meteorológicas no suelen acompañar. La ida y vuelta hasta el mirador supone una duración de entre 10 y 12 horas para los visitantes, lo que no hace que la afluencia sea menor; en una era en la que el llamado postureo rige muchas de nuestras acciones el objetivo de conseguir la instantánea más preciada de Noruega hace que los turistas no cesen en su esfuerzo, pese a los peligros del recorrido.

Algunos de los que deciden correr el riesgo incluso tienen que pasar la noche allí, por la temprana pérdida de luz y por no haber seguido las recomendaciones para la realización de la ruta. Por sus dificultades advierten que la ruta se debe de comenzar a hacer muy temprano, en meses como el de octubre en Noruega atardece entre las 16:30 y las 18:15 hora local. Por lo que el día suele tener entre 8 y 10 horas de luz diarias.

Trolltunga es el más codiciado de los miradores pero no el único dentro del país, Kjerag es otra de las formaciones rocosas más famosas, incluso más peligrosa que la primera. Es una montaña en el municipio noruego de Forsand, que se encuentra dentro del condado de Rogaland. Está situado a 1.110 metros de altura y se encuentra sobre la costa sur de Lysefjorden, justo al suroeste del pueblo de Lysebotn.

El mirador, presa de centenares de visitantes, consiste en una gran roca situada en medio de dos montañas. Principalmente, consiste en una piedra colgante entre las formaciones rocosas. El acceso al codiciado emplazamiento tampoco es sencillo, la ruta conlleva 10 km y su duración supone unas 5 o 6 horas, entre ida y vuelta.

Kjerag no solo ha sido protagonista de fotografías arriesgadas, también de pedidas de matrimonio y de acrobacias increíbles, como la de la deportista Stefanie Millinger que cuenta con mas de 300.000 seguidores en Instagram, con los que compartió esta arriesgada hazaña en el mirador noruego.