El cambio climático empieza a hacer estragos en la ciudad noruega donde está prohibido morirse
Longyerbyen, en las islas Svalbard, es el lugar más al norte del mundo
Las temperaturas extremas impedían que los cuerpos se descompusieran
Ahora, el cambio climático está derritiendo las capas de tierra congeladas
En una ciudad remota del Ártico que se derrite poco a poco está prohibido morirse desde hace décadas: Longyerbyen, en las islas Svalbard, perteneciente a Noruega, es el lugar más al norte del mundo y las temperaturas extremas impedían que los cuerpos se descompusieran. Por eso si alguien, por error, moría, se le trasladaba a Oslo. Sin embargo, el calentamiento global está cambiando las tornas. Ahora el problema es el cementerio que guarda los cuerpos anteriores a la prohibición: la tierra helada que hay debajo se derrite y el cura teme una catástrofe.
"Podríamos ver las tumbas levantándose, literalmente"
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“A medida que se derrite la capa de tierra congelada el propio suelo tiende a levantarse, y ya está pasando, por lo que podríamos ver las tumbas levantándose, literalmente”, explica.
Longyerbyen es uno de los lugares más fríos del mundo, y por eso es una especie de laboratorio ambulante del cambio climático. En este territorio noruego va el doble de rápido, y lo que pasa aquí es un ensayo de lo que puede pasar en el futuro en cualquier parte del mundo.