He probado Sapio, la app de ligar para gente que no le da importancia al físico
SPOILER: la app Sapio no tiene absolutamente nada que ver con la inteligencia. Yo también me creí el cuento. Pero no, en cuanto la has usado más cinco minutos te das cuenta de que es más de lo mismo... aunque con un extra bastante guay, la verdad: un montón de preguntas que puedes ir contestando con más o menos gracia.
¡Hartita del Tinder!
He tirado la toalla con el Tinder. Es que ya no tengo palabras para describir en lo que ha quedado convertida la famosa app de relaciones. Aunque seguía recibiendo matches y superlikes, la verdad es que cada vez me era más difícil mantener conversaciones con las personas con las que hablaba. O me dejaban de contestar o me cancelaban el match a la tercera frase. ¿Por qué? Pues porque yo quería conocer a la gente y no solo quedar para mantener relaciones sexuales directamente. Llamadme rara.
¡Manos a la obra!
Aunque aguanté unos cuantos días más con la esperanza de que apareciera un chico al que yo pudiera interesar como algo más que como mero agujero, finalmente decidí dejarme de disgustos y cambiar de estrategia. Ya lo dijo Einstein: "si buscas resultados distintos, no vuelvas a hacer lo mismo". Así que si estaba completamente segura de que me apetecía conocer alguien para tomar cervezas, charlar, aprender cosas nuevas y sí, follisquear, pero solo como otra posibilidad más, no como fin último, tenía que dejar de utilizar Tinder. Investigué un poquito en Google sobre otras aplicaciones para conocer gente y me topé con Sapio. En la descripción de la aplicación se podía leer: "Sapio es la evolución de las apps de citas, donde la atracción física y la atracción mental se ponen a un mismo nivel". ¡Me vale!
Instalando...
Esta aplicación solo está disponible en inglés, pero como una es casi bilingüe pues no me supuso ningún problema. Aunque claro, enseguida entendí yo solita que tanta gente como en Tinder no iba a poder encontrarme aquí, porque no hay tanta gente en Madrid que sepa ligar en inglés. Pero bueno... en este momento de mi vida lo importante no es la cantidad sino la calidad.
Las cosas claras
Nada más empezar la app te pide tres datos bastante importantes a la hora de ligar: qué eres, qué quieres y tu orientación sexual. Yo puse que era mujer, que buscaba hombres y que era heterosexual.
¡Mi primer mensaje!
Una vez registrada (puedes entrar a través de Facebook, como en Tinder) y con una foto de perfil elegida (la app te pone automáticamente la foto de perfil de tu cuenta de Facebook, pero puedes cambiarla si quieres), quise echar un vistazo al funcionamiento de esta app cuando... ¡me llegó mi primer mensaje! Subidón. Era el tipico bot que te explica cómo funciona esto. Bajona.
Responda otra vez
Bueno, pues si esta señora-bot me dice que cuantas más preguntas conteste, más posibilidades tengo de ser vista y de atraer a los otros usuarios... ¡a responder se ha dicho! Primera decepción. Si esto va de mostrar tu inteligencia a los demás para que no todo quede reducido a una foto de tu cara... ¿por qué las preguntas son tan... meh? Las preguntas de este sistema están ordenadas por categoría y... yo empecé por la primera: las más respondidas. Y... esto fue lo que me encontré. ¿Mi animal espiritual? ¿Si pudieras vender años de tu vida a un millón de dólares el año cuántos años venderías? ¿Si hay un incendio en tu casa qué sería lo primero que salvarías? A ver. Yo entiendo que este tipo de preguntas son un juego muy divertido para conocer a otras personas... ¡pero la inteligencia aquí brilla por su ausencia!
Al final se le coge el gustillo
Se me pasó la segunda bajona en cuanto me puse a responder preguntas como loca. La verdad es que algunas eran muy divertidas (otras eran unas bobadas enormes, también te lo digo) y como te descuides vas picando de una en otra y echas la tarde. Cada vez que contestas a una pregunta la app te da una moneda que luego puedes gastar en...
¿Y tú quién eres peazo p***?
...descubrir las respuestas de los chicos que también estando esta app. Aquí está la novedad de esta app. Cuando te pones en plan swipe, a pasar perfil tras perfil como se suele hacer en Tinder, aquí tienes más información sobre la otra persona que una simple foto. Tienes la sección "about", que es información personal como de dónde es, su orientación sexual, su altura, "body type", si fuma, si bebe, si consume drogas, cuál es su religión, su estado (sonltero, viudo, divorciado...), si tiene hijos... para hacerte una primera impresión así un poco más completa de la otra persona. Y luego tienes la sección "Answers" donde puedes ver qué ha contestado esa persona a sus preguntitas. Y para eso necesitas las monedas. Para "desbloquear" sus respuestas.
¡Sorpresa!
La mayoría de la gente cuyos perfiles curioseé solo contestaba preguntas sobre sexo. Así que me quedaron claras sus intenciones. Tendré que aceptar que estas apps solo se usan para lo que se usan y dejar de darme cabezazos contra el muro. Pero aún me quedaba por descubrir la última y peor sorpresa de todas: no es que en Sapio haya menos gente que en Tinder (algo que ya esperaba) es que solo me salieron unos quince perfiles. Además, si les das a la X de rechazar, no desaparecen, te vuelven a salir en bucle eternamente. Pues se acabó lo que se daba.
No hubo match
No obstante, le di like a cuatro personas a ver si conseguía hablar con alguna, pero al día siguiente volví a entrar y nada. Cero matches. Eso sí, esta app te muestra a quién le has gustado tú sin necesidad de que haya match, no como en Tinder, que nunca sabes a qué perfiles de los que te van saliendo les has gustado tú primero. Superbajona: solo le había gustado a gente que vivía a más de 1000 km de distancia de mí.
Estas son las conclusiones de mi increíblemente científica yrigurosa investigación sobre Sapio: el concepto me parece divertido, entiendo que esta app ofrece cosas diferentes. Pero las apps de ligar no sirven para nada si no tienen usuarios y esta aplicación, o es demasiado desconocida, o no engancha a nadie. ¡Discotecas de toda la vida, allá voy!