La familia de Milo, un perro de la raza Springer Spaniel, nunca perdió la esperanza de encontrar al animal con vida, a pesar de que llevaba 43 días desaparecido y las condiciones climatológicas habían sido extremas.
La historia del reencuentro con Milo es casi un milagro. El animal desapareció el 8 de enero en Sand Lake, en Míchigan (EEUU) y sus dueños no volvieron a saber nada de él. Desde ese día, hubo tormentas de nieve y nadie cuidó del animal que debió de vagar por la zona hasta acabar en un pozo.
El 21 de enero, el refugio de animales del condado de Kent señaló a través de una publicación de Facebook que habían sido alertados de que varios vecinos de la zona habían escuchado durante dos días a un perro ladrar desde las profundidades de un pozo de un antiguo silo. Tras comprobar que efectivamente había un animal atrapado, lograron rescatarle.
Los miembros de Lost PAL fueron claves posteriormente para lograr reunir al animal con su familia. Encontraron una publicación de un perro que, por su descripción, bien podría ser el rescatado y que había desaparecido en un pueblo vecino el 8 de enero.
Inmediatamente, se pusieron en contacto con los dueños para confirmar que se trataba, efectivamente, de su perro. La última vez que alguien había visto al animal fue a primeros de febrero, es decir, durante dos semanas no hubo ni rastro de Milo.
El animal se encontraba con claros síntomas de desnutrición y deshidratación. Además, había sobrevivido a temperaturas gélidas y tormentas de nieve durante el tiempo que estuvo desaparecido.
Nada de esto frenó la emoción con la que recibió a sus dueños cuando estos acudieron a por él. Ni él ni sus dueños perdieron la esperanza por este reencuentro que, finalmente, se produjo.