¿Qué se puede hacer cuando tu pareja es perfecta en todo menos en el sexo?

  • ¿Por qué no te entiendes con tu pareja en la cama? Cuestión de gustos, inexperiencia y mala comunicación

  • Marina Pinilla, psicóloga, explica cómo tener una conversación constructiva sobre sexo

  • No encajar del todo con tu pareja en la cama es más común de lo que crees, ¡y tiene solución!

Divertida, cariñosa, amable, inteligente… Tu pareja lo tiene todo, pero falla en un pequeño detalle: no congeniáis en la cama.

Se trata de una situación tremendamente común, pero también incómoda, y es que pese a que la sexualidad es algo natural, hablar de ella abiertamente sigue avergonzándonos, más aún cuando va mal o, mejor dicho, no se cumplen nuestras expectativas.

Ser malo en la cama, ¿cuestión de gustos?

Conoces a la persona perfecta, pero el sexo falla. La primera vez lo achacas a los nervios. “Es normal, los dos tenemos mucha presión”, te repites una y otra vez hasta autoconvencerte. Pero la segunda vez también te deja con las ganas. Y la tercera. Y la cuarta. Y así sucesivamente hasta que o bien se lo dices abiertamente, o bien te callas y te resignas, o bien cortas con ella.

¿Cuál de estas reacciones crees que es la menos común? Sin duda la primera, y es que reconocer abiertamente que tu crush no te complace sexualmente es incómodo, pero también necesario.

En primer lugar, la sexualidad es muy compleja e idiosincrásica. En otras palabras, depende de los gustos de cada persona. Quizá a ti te gusta la penetración, pero tu pareja la detesta, o el sexo oral te aburre como una ostra, pero es la práctica favorita de tu ligue. Lo mismo ocurre con los fetiches, el sexo más lento o rápido, los besos o el hecho de hablar en la cama frente a permanecer en absoluto silencio.

Como vemos, decir que alguien es “malo” en la cama es una afirmación muy subjetiva que muy a menudo nace de nuestras preferencias.

Inexperiencia en la cama: nadie nace sabiendo

Si bien muchas parejas no congenian en la cama por sus gustos tan dispares, también puede suceder que el problema radique en la falta de experiencia. Por ejemplo, que confunda tu clítoris con el orificio vaginal, o que te masturbe con demasiada fuerza hasta el punto de irritarte el glande.

En estos casos entra en juego la comunicación. Aunque no te apetezca lo más mínimo, si esa persona te gusta lo suficiente como para seguir viéndoos, debéis hablar del sexo y compartir qué es lo que te gusta a ti, qué es lo que le gusta a ella y cómo podéis llegar a un equilibrio.

Cómo decirle a tu pareja que no te gusta el sexo con ella

Tanto si es cuestión de preferencias como si es por inexperiencia, hablar de sexo es una tarea obligatoria. La gran pregunta es cómo hacer que una conversación sobre “mal sexo” fluya.

  1. No utilices eufemismos. Quizá te da vergüenza utilizar palabras como pene, glande, vagina o clítoris, pero es importante ser claros.
  2. Describe claramente qué te gustaría cambiar. Puedes utilizar ejemplos, experiencias o incluso vídeos eróticos de internet para expresarte mejor.
  3. La sinceridad sin empatía es crueldad. Vas a decir cosas duras, así que intenta comunicarte de forma cariñosa y empática, aunque asertiva.
  4. Proponed fantasías o prácticas que a ambos os gustan para encontrar puntos en común.
  5. Refuerza y no solo castigues. Es muy fácil criticar, pero la clave para que una relación (ya sea de pareja o sexual) funcione es que sepas reforzar las cosas que sí te gustan a la vez que señalas las que no.

¿Fingir orgasmos? No, gracias

Nadie quiere herir los sentimientos de su pareja sexual, sobre todo cuando le tiene cariño más allá de la cama. El problema surge cuando para no dañar su ego o su sensibilidad renunciamos a nuestro placer. En otras palabras, cuando fingimos un orgasmo.

Fingir un orgasmo es, como dice el refrán, “pan para hoy y hambre para mañana”. Acortarás la duración del sexo mediocre, pero te condenarás a repetirlo durante semanas, meses o años. ¿Quién quiere eso?

Antes de llegar a ese punto, lo ideal es hablar siguiendo las pautas que hemos visto previamente. Pero, ¿qué debes hacer cuando llevas meses fingiendo orgasmos?

Si esa es tu situación tienes dos opciones: puedes ser muy sincero y decirle a tu pareja que llevas fingiendo desde el principio (pero hazlo con tacto), o también puedes explicarle que tus gustos han cambiado últimamente y que te apetecería probar cosas nuevas porque lo que hacéis ya no te genera tanto placer. Es ahí donde debes describir claramente cómo quieres que te estimule, qué posturas te gustaría probar o si hay algún juguete erótico que podríais introducir en vuestras prácticas sexuales para añadir diversión y placer.

Este último punto es de especial importancia, ya que muchas personas tienen miedo de utilizar juguetes eróticos en pareja porque los ven como “sustitutos” o se sienten amenazadas.

Los juguetes eróticos son un aliciente en el sexo y no pasa nada por utilizarlos a veces o incluso siempre. No hay nada malo en ti si necesitas un juguete para tener un orgasmo. Ni significa que quieras menos a tu pareja, ni significa que tu cuerpo funcione mal. La clave es explicarle a la otra persona cómo te gusta que te estimule para que entienda tu cuerpo y, sobre todo, no renunciar a tu placer para salvaguardar su autoestima.