Una nueva normativa europea, la PSD2, ha entrado en vigor para reforzar los requisitos de identificación del consumidor a la hora de realizar pagos por internet, de manera que se refuerce la seguridad y se necesite de un teléfono móvil para poder operar.
Según informan diversas webs especializadas, PSD2, conocida por sus siglas en inglés Payment Service Directive, exige identificar a los usuarios con al menos dos de los tres métodos posibles. Esto es una actualización a una PSD que se creó el pasado año 2007.
El consumidor tendrá que elegir entre algo que sepa, como un código pin, algo que posea, como la tarjeta de pago física, o algo como su huella dactilar o un reconocimiento facial. De este manera las pasarelas actuales dejarán de utilizarse, y todo quedará dentro de las características del propio establecimiento de compra.
A pesar de ello esta doble autenticación no va a ser obligatoria siempre, sino cada 90 días. La primera vez que se acceda a la cuenta será necesario, pero luego no volverá a pedirse hasta pasado ese periodo, según marca el Reglamento Delegado 2018/389.
El Banco Central Europeo autoriza al Banco de España a poner en marcha una moratoria que puede llegar a los 18 meses. Por lo tanto, los bancos y las empresas tienen por delante varios meses para poder adaptarse a esta normativa.