Si tienes más de 1.000 followers seguramente tendrás también unos 10 haters. Es como una ley matemática no reconocida. Y lo peor de todo es que los haters siempre se hacen notar mucho más que el resto de tus seguidores.
Los haters pueden proponerse, simplemente, ridiculizar tus comentarios o tus fotos diciéndote que no tienes ni idea o que eres tonto de baba, o pueden dedicarse a insultarte y humillarte en las redes. Si solo son unos pesados, siento decirte que vas a tener que aguantarlos. También puedes bloquearlos o silenciarlos, pero al final esto tampoco es tan efectivo, ya que como el hater suele ser anónimo y esconderse tras una 'cuenta b', poco le va a costar abrirse otra.
Pero si empiezan a publicar insultos o mentiras sobre ti, que sepas que puedes ir mucho más allá. Las leyes que protegen a los ciudadanos funcionan tanto fuera como dentro de internet, y en las redes sociales también estamos protegidos y no tenemos que aguantar insultos o cyberbullying.
Yo me había acostumbrado a que me insultasen: bien porque les parezco idiota o una creída o bien porque estoy gorda. Esos suelen ser los temas más comunes para atacarme. A lo que no se termina de acostumbrar una es a las amenazas de muerte, por lo que sea.
El pasado sábado, una persona, a través de una cuenta anónima en la que no revelaba ningún dato personal, se empeñó en decirme que era una pederasta que apoyaba a pederastas y me amenazó así:
Yo hice una cosa mal y otra bien. Aunque, en una situación como esta, en la que es difícil reaccionar adecuadamente porque puedes llegar a asustarte o a perder la calma, creo que no se debería responsabilizar a la víctima de sus errores. No obstante, yo los asumo, primero porque he aprendido de ellos, y segundo porque así puedo ayudar a otros a que conozcan lo que se debe hacer cuando recibimos un ataque por internet.
¿Lo que hice mal? Pedir públicamente a mis seguidores que denunciaran la cuenta que me amenazaba y conseguir que la cuenta desapareciera. Si no hay cuenta, la investigación se pone mucho más difícil (aunque no imposible). ¿Qué hice bien? Acudir a la policía.
Diferentes tipos de delito
Quise hablar con la Policía Nacional para informarme bien sobre qué puedo hacer yo, como usuario, cuando recibo un mensaje como este. Y lo primero que me explicaron fue que hay diferentes tipos de delito en redes sociales que son investigados:
Delito de odio: aquel que se hace contra una persona o un colectivo por motivos racistas, étnicos, ideológicos, religiosos, etc., pretende proteger el respeto al diferente, sometiendo las libertades de expresión e intelectuales, a un principio superior: “la igualdad y dignidad de todos los ciudadanos”.
Sexting: se reconoce el delito de sexting desde la reforma del Código Penal de 2015. Desde entonces es delito compartir imágenes o grabaciones de contenido sexual de otra persona sin su consentimiento y difundirlas en contra de su voluntad, ya que se está vulnerando gravemente su intimidad.
Delito de amenazas: encuadrado en los delitos contra la libertad, está tipificado en el artículo 169 a 171 del Código Penal de la siguiente forma: "El que amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, torturas y contra la integridad moral, la libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio y el orden socioeconómico". Este era mi caso.
Delito de injurias y calumnias: son dos delitos diferentes, tal y como se califican en los artículos 208 y 205 del Código Penal, respectivamente. Los dos se engloban dentro de los delitos contra el honor. El delito de injurias lesiona la dignidad de otra persona, y la calumnia es la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.
¿Qué debo hacer si soy víctima de un delito en redes sociales?
Denunciar en la propia aplicación no suele servir de nada. Yo lo hice, pero luego me explicaron que tanto Instagram como Twitter puede devolver las cuentas, o el atacante puede crearse otra en tan solo unos minutos. Si la cuenta es anónima no sirve prácticamente de nada denunciarlo dentro de la propia aplicación. Si no lo es, si es una cuenta con datos personales o una cuenta verificada, entonces sí serviría.
Lo más importante es ser consciente de que muchas de esas cosas que "siempre pasan en las redes sociales y no son para tanto" son un delito, y estás en tu derecho de denunciarlo. Que no es "tu trabajo" tener que bloquear "pesados" o mover capturas con las cosas horribles que te han dicho para que la gente te crea. Que te crea la policía es lo único que cuenta.
Para poner una denuncia lo primero que debes hacer es realizar capturas de todos los insultos o amenazas . Y si tienes links (todos los tuits en Twitter generan su propio link, o cada perfil de usuario tanto en Twitter como en Instagram), mejor todavía. Es importante que en las capturas se vea bien la fecha, la hora y la cuenta desde la que se publican las amenazas. Como podéis ver en mi captura, no se ve ni el día ni la hora en la que esos comentarios fueron publicados, lo que hace que la captura no sea válida.
Con tus capturas y tus links te vas a tu comisaría más cercana y pones una denuncia. El grupo de investigación de delitos tecnológicos abrirá una investigación, que suele ser sencilla y eficaz. Es fácil obtener información a partir de un link y localizar a la persona que ha usado esa cuenta para delinquir.
La denuncia y la investigación lo que persigue es identificar al presunto autor y probar los hechos de cara a conseguir, si el juez lo considerase necesario, una pena que restrinja el uso de las redes sociales del presunto delincuente. Además, se puede pedir una orden de alejamiento si se considera que la víctima está en peligro.
El policía que me ayudó a mí lo tiene claro: "Denunciar en redes sociales está bien para que la cosa pare un rato o el autor se lleve un susto, pero desde mi punto de vista eso no soluciona nada. Si queremos soluciones lo mejor es poner una denuncia".